sábado, 1 de abril de 2023

Altavoz Parroquial: 2/IV/2023

 Domingo de Ramos – A   Mt 26,14-27,66 

Relato de la Pasión y Muerte de Jesús

        Con este domingo entramos en la Semana Santa. No cabe mejor título para estos días, ya que recordamos y celebramos la Pasión y Muerte de Jesús; y lo que es más importante, la Resurrección, que llena de paz, de esperanza y de optimismo al cristiano.
        Hoy contemplamos a Jesucristo recibido con vítores y aplausos de su gente al llegar a Jerusalén. Serán los mismos que luego, a los pocos días, pedirán su muerte el Viernes Santo. Las autoridades así lo habían determinado con anterioridad y la gente, una vez más, fue manipulada. Gran lección para la Vida, y más cuando queda iluminada por la Resurrección.

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        "Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: “¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego?”. Ellos se ajustaron con él en treinta monedas de plata. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo".


    Señor, gracias por poder celebrar un año más la Semana Santa.
Quiero aprovecharla bien para aprender de tu ejemplo, y “sentir”
en mi oración y en la celebración eucarística, tu presencia amorosa,
que ilumina, reconforta e ilusiona para cargar con la Cruz de cada Día como Tú,
es decir, con la esperanza y seguridad de encontrarnos
con la luz de la Resurrección.

    No me extraña, Señor, el comportamiento de tus paisanos,
Se dejaron llevar del ambiente, de lo favorable en aquel momento,
de la mentira que siempre mata y destruye.
No supieron ser valientes, sinceros, dar la cara por la verdad,
que sin duda veían en tu persona y tu mensaje.

    ¡Cuantas veces sucede esto en la sociedad actual!
Te pido por los cobardes, los indiferentes, los comodones, los superficiales,
que tanto abundan en la sociedad. Que la luz de tu bondad, que sin duda hay
en todos los corazones, resurja y se expanda en valentía y en generosidad
al contemplarte muerto en la Cruz y luego resucitado.

    Que tu ejemplo, Señor, me aleccione y conmueva para arrepentirme,
una vez más, de mis pecados, y para renovar, en estos días, mi itinerario de
vida cristiana, piadosa, exigente, caritativa y apostólica.

    Y que tu resurrección me inunde de la alegría,
que hace verdaderamente felices a las personas.



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