1º Domingo de Cuaresma – A Mt 4,1-14
Las tentaciones de Jesús
Como cada año, al comienzo de la Cuaresma contemplamos a Jesús sometiéndose a las tentaciones. El demonio le tienta por medio de la soberbia, el egoísmo y la sensualidad. Jesús, en cuanto hombre, no solo acepta las tentaciones, sino que nos enseña también cómo vencerlas en cada caso.Como El, todos nos sentimos arrastrados, y a veces aturdidos y enloquecidos, por tentaciones diversas. Pero de El aprendemos a vencerlas con prontitud, gallardía, optimismo y valentía. Merece la pena aprender la lección para disfrutar más de la vida. E incluso meditar con frecuencia este escena de la vida de Cristo, así como todos los textos bíblicos que la Cuaresma nos va ofreciendo cada día en la Santa Misa
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"Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo.
Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre".
Señor, que te dejaste tentar por el demonio con la excusa
del poder, del prestigio y del aplauso; y también del placer material y
mezquino, como me sucede a mí muchas veces.
Gracias por la lección maravillosa de vida que me ofreces.
Quiero aprender a ser realista y admitir mi pequeñez
y mis limitaciones, mi egoísmo y mi soberbia, mi torpeza
y mi sensualidad, que se me manifiestan de muchas maneras.
Algunas veces, hasta sin darme cuenta,
quiero justificar algunas tentaciones y comportamientos errados,
por el ansia solo del poder y del dinero, del placer y de los aplausos,
del gozo y del bienestar material.
Gracias, Señor, por el ejemplo que me has dado venciendo al
enemigo que quiere dirigir mi mente y orientar mis sentimientos hacia el
mal. Quiero aprender a ser consciente de mis limitaciones y pecados,
y por tanto de las tentaciones reales a que estoy sometido.
Quiero ser valiente y exigente en mis deberes de cada día
y en las obligaciones para con los demás.
Quiero vivir con alegría y optimismo esta lucha ascética contra el mal
y deseo mantener el afán de cada día por ayudar a los demás.
Ayúdame, Señor, a ser sincero y valiente para cultivar el espíritu
de examen para hacer una buena Confesión en esta Cuaresma.
Te pido, Señor, que me ayudes a defenderme de todas las malas
tentaciones que puedan venirme; y que, contando con tu gracia
santificadora, viva con ilusión, confianza y optimismo.
(Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).
Con
el deseo de contemplar y proponer
cristianos ejemplares, dignos no solo de admiración, sino también de imitación
por sus virtudes humanas y cristianas, y además reconocidos como santos por la
Iglesia, y por tanto merecedores de la su imitación y de acudir a su
intercesión, pero que sean lo más cercanos para nosotros, destacamos esta
semana a dos: un sacerdote italiano y
una religiosa norteamericana, que hicieron de su Bautismo la raíz de su
vida cristiana, encauzada y potenciada por las otras vocaciones que pusieron al servicio
de la Iglesia y de la sociedad.
En
primer lugar, nos fijamos en el sacerdote diocesano y capellán militar, el Beato
Carlo Gnocchi (1902-1956) de Milán, que celebramos el martes, 28/II.
Beatificado por Benedicto XVI el 25/X/2009. En el ejercicio de su sacerdocio
destacó en seguida por su dedicación docente con adolescentes y jóvenes.
Siempre con la ayuda y orientación del Venerable Cardenal Ildefonso Schuster. Se
ofreció para acompañar a los jóvenes que hubieron de partir al frente en 1940,
en plena segunda guerra mundial. A todos atendía con admirable y sacrificada
generosidad y entrega. Se le llamaba el “padre de los mutilados”. Al final le
llegó enfermedad, que no le impidió seguir trabajando como sacerdote y a llevar
los dolores y limitaciones con admirable espíritu cristiano. En su dolorosa
enfermedad escribe Pedagogía del dolor inocente, que es como su
testamento espiritual donde toca las cumbres del sentido cristiano del dolor.
También destacamos el viernes, 3/III, a Santa Catalina Drexel (1858-1955) que nace en Filadelfia, Pensilvania, E. U. de América, en una familia muy bien acomodada, y con una gran fortuna. Recibe una buena educación cristiana como se vivía en el hogar. También con su madrastra siguen formando una familia ideal. Pronto su bondad se abre a los más necesitados: negros e indios, dedicando su trabajo y dedicación generosa, y también su cuantiosa fortuna, para los que crea escuelas rurales, misiones especiales, e incluso la Universidad Xavier en New Orleans, Luisiana, USA, que fue la primera Universidad para alumnos negros. Por supuesto, no faltaron los problemas y dificultades, pero su fe y entereza humana le hizo perseverar en su vida cristiana de amor a Jesucristo, y de servicio a los más necesitados de su entorno. San Juan Pablo II la beatifica el 20/XI/1988 y la
canoniza el 1/II/2000.
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AGENDA
PASTORAL
Esta
semana
la agenda pastoral discurre ya por la CUARESMA, que iniciamos el
Miércoles pasado con la Imposición de la ceniza. El cartel anunciador y
publicitario de la Cuaresma, colocado en el pórtico de la Iglesia y también en
este Bloog, muestra las exigencias cristianas que nos pide este tiempo
litúrgico, así como las propuestas concretas que deseamos nos orienten en
nuestra parroquia: catequesis especiales, confesiones cuaresmales, etc. Además,
el jueves, 2/III, primero del mes, será JUEVES EUCARÍSTCO, que tendrá
una clara orientación cuaresmal.