jueves, 31 de diciembre de 2020

Año 2021

 

                       Nuevo año 2021

       Comenzamos un nuevo año. Esperamos que este año especialmente se cumpla el dicho popular: “Año nuevo, vida nueva”. Y como todo entra en la Providencia divina –también el 2020 con sus problemas, sufrimientos y desgracias-  lo acogemos con fe, confianza y amor, y por tanto, con ilusión, alegría y esperanza. Y decimos como la Virgen “hágase en nosotros la voluntad de Dios” para que siempre vayamos por el camino de la Verdad, el Amor y la Vida.

       Comenzamos el año con la Fiesta de la MATERNIDAD DIVINA DE LA VIRGEN MARIA, y en sus manos maternales queremos sentirnos para santificar todas las realidades de nuestra vida y a través de ellas caminar hacia la santidad, y no desviarnos del buen camino, sean cuales sean las circunstancias que se nos presenten, en la vida social, familiar o personal.

       En este día primero del año, nos unimos a todos los cristianos para pedir por la paz en el mundo, y hacemos nuestro el lema del mensaje del papa Francisco “La cultura del cuidado como camino de la paz”. Precioso mensaje para leerlo, meditarlo y hacerlo vida.

       Además, este año ha querido el Papa ponerlo en las manos de San José, patrono de la Iglesia Universal, pues ha establecido que sea  Año Jubilar de San José, desde el ocho de diciembre de este año hasta el mismo día –fiesta de la Inmaculada- del año 2021. Nos haremos partícipes de esta propuesta que viviremos con alegría, y esperanza ante tal modelo de vida e intercesor nuestro en todo momento y circunstancia, y que iremos proponiendo y concretando a lo largo el todo el año.

       También quiere el Papa Francisco que sea AÑO DE LA FAMILIA para conmemorar el quinto aniversario de la publicación de la Exhortación Apostólica  AMORIS LAETITIA, en orden a que sea objeto de relectura y reflexión sobre la familia, a la vez que de planteamientos más comprometedores para hacer realidad en nuestras vidas y en toda la sociedad los planes de Dios sobre la familia, tan vapuleada y denostada en estos momentos en la sociedad. Sobre ello hablaremos con frecuencia, e iremos proponiendo actividades y compromisos que ayuden a hacer realidad el verdadero amor conyugal y familiar. para que todos los hogares sean luminosos  y alegres, y generadores de paz, armonia y total bienestar.




sábado, 5 de diciembre de 2020

Navidad

                NAVIDAD  -  2020/21

                Ya caminamos por el ADVIENTO hacia la NAVIDAD, que por lo que vemos y experimentamos no puede ser igual que otros años. Pero como dice el refrán popular: “No hay mal que por bien no venga”, y que desde la fe cristiana rubricamos con pleno convencimiento. De todo se puede sacar un bien si somos sinceros y responsables con las situaciones y las personas.

              


                Quizá no será la NAVIDAD como otros años en el aspecto folclórico y lúdico, mundanal y consumista, de mera diversión y desenfreno en gastos, regalos y encuentros –o desencuentros- familiares. Pero nada va impedir celebrar la NAVIDAD CRISTIANA, y por tanto cantar villancicos, recordar y celebrar el Nacimiento y primeros años de Jesucristo; y así seguir aprendiendo de El, acogiéndole en nuestro corazón con la alegría renovada, con la oración personal y familiar, con el arrepentimiento y confesión de nuestras faltas y pecados, con la participación en la Eucaristía, o Santa Misa, con la Adoración al Niño-Dios, y en consecuencia, compartiendo todo esto –de una u otra forma- con los demás, familiares, amigos y vecinos, y también con los pobres y más necesitados.  Y es que esto es principalmente la verdadera NAVIDAD CRISTIANA, que nadie debe ni puede impedir celebrar

                     __________________________________________________

Ningún hogar sin el Belén o Nacimiento familiar.

Ningún corazón sin la alegría del Perdón y del Amor de Dios

Ninguna persona o familia sin calor, sin comida y sin convivencia fraterna.

             Feliz y cristiana NAVIDAD

    ____________________________


¿Qué no habrá NAVIDAD?

       Merece la pena leer y meditar este escrito –sin duda también poético- del sacerdote navarro, Javier Leóz, párroco de San Lorenzo (Pamplona). Sin duda hace pensar, y sobre todo puede llevar a los cristianos a estimularse y reaccionar ante las circunstancias y limitaciones actuales.

                     Tiene además, como anecdótico, que alguien se lo hizo llegar al Papa Francisco, y tanto le gustó que llamó personalmente por teléfono al sacerdote, para felicitarle y agradecer su modo de enfocar el tema, que él también compartía. Su impresión y su alegría podemos imaginarla.

¿QUE NO HABRÁ NAVIDAD? 

¡Claro que sí!

Más silenciosa y con más profundidad.

Más parecida a la primera en la que Jesús nació en soledad.

Sin muchas luces en la tierra, pero con la de la estrella de Belén,

destellando rutas de vida en su inmensidad.

Sin cortejos reales colosales, pero con la humildad de sentirnos,

pastores y zagales buscando la Verdad.

Sin grandes mesas y con amargas ausencias,

pero con la presencia de un Dios que todo lo llenará.

¿QUE NO HABRÁ NAVIDAD?

   ¡Claro que sí!

Sin las calles a rebosar, pero con el corazón enardecido,

por el que está por llegar. Sin ruidos ni verbenas,

reclamos ni estampidas…  pero viviendo el Misterio sin miedo

al ”covid-herodes” que pretende  quitarnos hasta el sueño de esperar.

Habrá Navidad porque DIOS está de nuestro lado

y comparte, como Cristo lo hizo en un pesebre,

nuestra pobreza, prueba, llanto, angustia y orfandad.

Habrá Navidad porque necesitamos

una luz divina en medio de tanta oscuridad.

Covid19 nunca podrá llegar al corazón ni al alma

de los que en el cielo ponen su esperanza y su alto ideal

 

¡HABRÁ NAVIDAD!  ¡CANTAREMOS VILLANCICOS!

¡DIOS NACERÁ Y NOS TRAERÁ LIBERTAD!



sábado, 28 de noviembre de 2020

Adviento

  BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO

El domingo, día 29, se comienza el Adviento, que nos orienta y prepara a la celebración de la Navidad Cristiana. Y por esto bendeciremos, en las diversas Misas, la CORONA DE ADVIENTO, con el encendido de la primera vela, que continuará en los otros tres domingos, terminando con las cuatro velas encedidas, que nos anunciarán que es el momento de celebrar el Nacimiento de Cristo.

Este símbolo del ADVIENTO también se suele utilizar en muchos hogares de familias cristianas.  Sin duda es una buena ayuda para vivir mejor el Adviento, de tal manera que celebremos y vivamos, tambien mejor y con más sentido cristiano, la NAVIDAD, y especialmente este año de la Pandemia.

Ofrecemos aquí una oración de bendición de la Corona de Adviento, que puede servir para utilizarla en el hogar familiar, o en cualquier otro lugar donde se coloque la Corona de Adviento.


Señor Dios, bendice con tu poder
nuestra corona de adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.
La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús. Amen.




sábado, 21 de noviembre de 2020

Liturgia

 Fiesta de CRISTO REY

XXXIV DOMINGO ORDINARIO – A  =  Evangelio: Mat 25,31-46

                  ¡Venid, benditos de mi Padre!

         Concluye el Año Litúrgico, es decir las celebraciones que cada año se van haciendo en recuerdo y honor de Jesucristo, el Dios, hecho hombre, que a través

de su historia vital como ser humano, fue realizando nuestra Redención y Salvación.

Los cristianos cada año vamos recordando y celebrando los principales hechos de su vida, así como celebrando y meditando en sus palabras y en su ejemplo, a lo largo de los domingos y fiestas, que por eso llamamos cristianas.

         La última celebración es la dedicada a honrar a Cristo en una faceta que, de alguna manera, resume toda su vida y explica su misión: Cristo Rey de cielos y tierras, Rey de los corazones y de las instituciones humanas, familiares y sociales.

___________________________________________________

 

Dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda”.

 

Señor, que nos muestras en el Evangelio de este día tu reinado en

el mundo y entre los hombres, sobre los que quieres reinar con tu Palabra

y con tu Corazón. Ayúdame a ser dócil y obediente, libre y comprometido

en este reinado tuyo. Que tus leyes, y tu amor, orienten siempre mi vida.

Y a la vez que te veo, Señor, sentado en tu trono de Rey,

también te contemplo como un Juez, justo y misericordioso.

Ya sé, Señor, que no quieres ni pretendes asustarme ni atemorizarme,

y menos amenazarme y castigarme, sino urgir mi responsabilidad

y mi santidad, mi amor y me afán apostólico y servicial.

Pero al mismo tiempo yo tampoco quiero olvidar jamás que eres justo y leal,

y que, al final, a cada uno le darás lo que se merece,

o según lo que ha ganado a lo largo de su vida.

Que tu bondad y misericordia me muevan, todos los días,

a trabajar por mi santidad y el apostolado; y, como soy débil y pecador,

a no olvidarme de esa bondad y misericordia que siempre ofreces;

y que sepa acogerme a ellas, para que supla mi debilidad y mi inconsciencia.

Que merezca ponerme a tu derecha para escuchar tus palabras,

tan amables y consoladoras, como exigentes y comprometedoras,

y que nunca quiero olvidar:

“Venid vosotros, benditos de mi Padre;

heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre y me disteis de comer,

tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis,

estuve desnudo y me vestisteis,

enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.

 



 


lunes, 18 de mayo de 2020

Templos abiertos


LA IGLESIA ABRE SUS TEMPLOS
PARA EL CULTO Y  LA ORACIÓN

                Decíamos en la anterior comunicación que  la Iglesia no estaba cerrada por motivo de la pandemia, como por ningún motivo se la puede cerrar ni destruir. Pues donde hay un cristiano que tiene fe y ama a Dios, y le reza con confianza y cariño, y por eso ama y  ayuda al prójimo, allí está la Iglesia de Jesucristo.
                Se entiende esto mejor teniendo en cuenta la definición que el Catecismo de la Iglesia Católica nos ofrece al comentar estas palabras del Credo “Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica”.
                ¿Qué designamos con la palabra “Iglesia”? Con el término “Iglesia” se designa al Pueblo que Dios convoca y reúne de todos los confines de la tierra, para construir la asamblea de todos aquellos que, por la fe y el Bautismo, han sido hechos hijos de Dios, miembros de Cristo y templo del Espíritu Santo”. (Catecismo de la Iglesia Católica, Compendio, nº 147).

                Como se puede ver, esta realidad eclesial, sobre todo espiritual y divina, y también humana y terrenal, no puede “cerrarse”. Sí, los templos o lugares donde los cristianos nos reunimos para celebrar nuestra fe con la oración y los actos de culto, sobre todo los sacramentos, así como para escuchar la Palabra de Dios, meditarla y hacer la oración.
                De todas las maneras, la frase que comentamos tiene algo de razón, ya que a esos lugares los llamamos comúnmente “iglesias” (con minúscula). Pero conviene tener claras estas ideas, para no errar en los planteamientos, ni originar confusiones y malentendidos. Y entender mejor algo tan real como deseable, llamar a la familia cristiana  “la Iglesia doméstica”.

                En conclusión, el martes, día 19, abrimos el templo, o iglesia, en Sta. María del Páramo, y el domingo, día 24, en Laguna Dalga, para celebrar la Eucaristía, y demás sacramentos, y para rezar juntos o personalmente; y, como estamos en mayo, para honrar y venerar juntos a la Virgen en este mes a Ella dedicado, por ser la flor más hermosa en la primavera de la humanidad
                (Todo ello lo haremos ateniéndonos rigurosamente a las medidas de seguridad, sociales y sanitarias de prevención, que están establecidas para estos actos, como se anuncia detalladamente en el tablón de avisos, en el pórtico de la iglesia; siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias y de la Conferencia Episcopal de España, y de nuestro Obispo D. Julian, y que pueden verse, en Internet, en las páginas correspondientes de la CEE y de nuestra Diócesis, cuyas direcciones pueden verse en nuestra página ENLACES).
                Aunque lo que se refiere a rezar a la Virgen, seguro que lo estamos haciendo personalmente y en la familia rezando el Santo Rosario como nos ha recomendado encarecidamente el Papa Francisco para este mes.
                La Santa Misa se aplicará este primer día, como nos ha pedido el Sr. Obispo, Don Julián, por todos los fallecidos en este tiempo de la pandemia.