SINODO 2021 – 2023
Por una Iglesia sinodal
Ven para caminar juntos
Participa en el Sínodo
Con estas frases se nos presenta un evento especialmente extraordinario en la Iglesia, en nuestra Iglesia Católica y universal, y en nuestra Diócesis particular de León. En principio un Sínodo lo podemos definir como una reunión o asamblea de los Obispos, y en este caso también, y primero, de todos los cristianos y de cuantos deseen participar, para hablar de la Iglesia, de la vida y de los avatares de la sociedad en donde se realiza la vida de los cristianos. Y por tanto donde todos podemos participar y caminar juntos viviendo la fe, la esperanza y la caridad.
En este caso, el Papa Francisco quiere expresamente que participemos todos en el Sínodo con nuestras reuniones, nuestras opiniones, nuestros encuentros de oración, compañía, diálogo, escucha, y propuestas de mejora cristiana y por tanto de compromiso misionero y apostólico; y a esto a nivel personal, parroquial, diocesano y en consecuencia de verdadera comunión con la Iglesia universal, para ser más fieles al Evangelio, en estos momentos históricos, y para que la fe siga siendo más viva y regeneradora de optimismo, amor de Dios, y solidaridad humana.
Para entender mejor la propuesta del Papa Francisco a todos los católicos del mundo se nos invita a todos: obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, fieles creyentes y quienes han abandonado la fe o la tienen dormida e incluso a los alejados de la Iglesia y no creyentes, a que participemos con nuestra presencia y escucha, con nuestra oración, con nuestras opiniones y propuestas, y sobre todo con nuestra caridad y hermandad entre todos.
Y para profundizar, y aclararse mejor, en esta propuesta del Papa Francisco, remito, y aconsejo a quienes lo deseen, consultar e informarse con detalle en la página Web de la Diócesis de León, y de la Conferencia Episcopal Española, y también en la Hoja Parroquial diocesana.
En esta fase diocesana –de Octubre al 15 de Agosto del 2022- la Diócesis propone a todos los diocesanos, católicos practicantes, o más indiferentes y alejados de la fe y de la práctica cristiana, que participen en las reuniones que de inmediato se irán organizando. Como decía nuestro Obispo, Don Luis Ángel en el acto de inauguración diocesana del Sínodo: “que nadie se quede al margen, por favor, porque todos tenemos la palabra y que cada uno de nosotros sea en su vida sal y luz en esta hora de todos”.
Por tanto, las personas que lo deseen pueden ir dando su nombre en la Parroquia para participar en las reuniones, escuchar y hablar, opinar y planear, rezar y plantear propuestas -en un clima de confianza y oración, exigencia y responsabilidad- sobre la Iglesia universal, la Diócesis, la propia Parroquia: sus logros y limitaciones, sus valores y mejoras, sus defectos y objetivos, sus carencias y sus posibilidades, en estos momentos de la Iglesia, y mirando al futuro, tan rápidamente cambiante y convulso, pero en el que no va a faltar la fe y la confianza en Dios por nuestra parte, y la asistencia siempre del Espíritu Santo en todo momento si nosotros nos predisponemos a acogerlo con humildad y sinceridad.
Con estas frases se nos presenta un evento especialmente extraordinario en la Iglesia, en nuestra Iglesia Católica y universal, y en nuestra Diócesis particular de León. En principio un Sínodo lo podemos definir como una reunión o asamblea de los Obispos, y en este caso también, y primero, de todos los cristianos y de cuantos deseen participar, para hablar de la Iglesia, de la vida y de los avatares de la sociedad en donde se realiza la vida de los cristianos. Y por tanto donde todos podemos participar y caminar juntos viviendo la fe, la esperanza y la caridad.
En este caso, el Papa Francisco quiere expresamente que participemos todos en el Sínodo con nuestras reuniones, nuestras opiniones, nuestros encuentros de oración, compañía, diálogo, escucha, y propuestas de mejora cristiana y por tanto de compromiso misionero y apostólico; y a esto a nivel personal, parroquial, diocesano y en consecuencia de verdadera comunión con la Iglesia universal, para ser más fieles al Evangelio, en estos momentos históricos, y para que la fe siga siendo más viva y regeneradora de optimismo, amor de Dios, y solidaridad humana.
Para entender mejor la propuesta del Papa Francisco a todos los católicos del mundo se nos invita a todos: obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, fieles creyentes y quienes han abandonado la fe o la tienen dormida e incluso a los alejados de la Iglesia y no creyentes, a que participemos con nuestra presencia y escucha, con nuestra oración, con nuestras opiniones y propuestas, y sobre todo con nuestra caridad y hermandad entre todos.
Y para profundizar, y aclararse mejor, en esta propuesta del Papa Francisco, remito, y aconsejo a quienes lo deseen, consultar e informarse con detalle en la página Web de la Diócesis de León, y de la Conferencia Episcopal Española, y también en la Hoja Parroquial diocesana.
En esta fase diocesana –de Octubre al 15 de Agosto del 2022- la Diócesis propone a todos los diocesanos, católicos practicantes, o más indiferentes y alejados de la fe y de la práctica cristiana, que participen en las reuniones que de inmediato se irán organizando. Como decía nuestro Obispo, Don Luis Ángel en el acto de inauguración diocesana del Sínodo: “que nadie se quede al margen, por favor, porque todos tenemos la palabra y que cada uno de nosotros sea en su vida sal y luz en esta hora de todos”.
Por tanto, las personas que lo deseen pueden ir dando su nombre en la Parroquia para participar en las reuniones, escuchar y hablar, opinar y planear, rezar y plantear propuestas -en un clima de confianza y oración, exigencia y responsabilidad- sobre la Iglesia universal, la Diócesis, la propia Parroquia: sus logros y limitaciones, sus valores y mejoras, sus defectos y objetivos, sus carencias y sus posibilidades, en estos momentos de la Iglesia, y mirando al futuro, tan rápidamente cambiante y convulso, pero en el que no va a faltar la fe y la confianza en Dios por nuestra parte, y la asistencia siempre del Espíritu Santo en todo momento si nosotros nos predisponemos a acogerlo con humildad y sinceridad.
