viernes, 20 de septiembre de 2024

Altavoz Parroquial: 22/IX/2024

 XXV DOMINGO ORDINARIO - B

Evangelio de la Misa: Mc 9,30-37

Servidor de todos
    Sigue este domingo aleccionándonos el evangelista Marcos con la naturalidad y simplicidad que caracteriza su literatura, pero ofreciendo las pautas del seguimiento de Cristo con toda la exigencia y radicalidad, que se merece el Evangelio o Buena Nueva del Señor Jesús.
    Si queremos salvarnos hemos de cargar con la cruz de cada día, se nos decía el domingo pasado, y hoy se insiste en la humildad como condición básica e ineludible para cargar con esa cruz y seguir a Cristo. La actitud de los niños es el mejor espejo para ver y seguir a Cristo.
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    Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Quién quiera ser el primero,
que sea el último de todos y el servidor de todos”.
Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
“El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí;
y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino el que me ha enviado”.



    Señor, con tu ejemplo por delante nos facilitas tu seguimiento:
cargaste con la cruz, y a través de vía dolorosa llegaste al Calvario
para morir y resucitar. Además, nos pusiste el ejemplo de los niños,
que con su sencillez y bondad atraen la bendición y la ayuda divina,
y caminan siempre seguros, con confianza y alegría.

    ¡Gracias, Señor, por esta maravillosa lección de vida y santidad!
Pero a pesar de estas lecciones y ejemplos, aún nos obcecamos a veces
en discusiones y peleas por ser los primeros,
por mandar y ocupar los primeros puestos, incluso en la Iglesia,
tu Cuerpo Místico, Pueblo Santo y Familia de los hijos de Dios.

    En cambio, Tú nos dices: “Quien quiera ser el primero
que sea el último de todos y el servidor de todos”.

    Que se nos grave, Señor, en el corazón con letras de fuego
este lema maravilloso y explosivo, exigente a primera vista,
pero es el único que da paz interior y satisfacción espiritual,
y el único que genera alegría y felicidad, en cada uno personalmente,
y en las familias y en la sociedad; y el único que hace
grandes santos e intrépidos apóstoles y misioneros universales.

    Queremos, Señor, aprender de los niños a ser sencillos y buenos,
sinceros y atrevidos, generosos y serviciales.
Queremos dar siempre este testimonio de humildad y bondad de corazón,
que haga la vida más feliz a los que nos rodean.
Queremos ser también sólidos sillares que permanezca ocultos
en el cimiento, bajo tierra, para que todos: la familia, la Iglesia,
las labores sociales y apostólicas, puedan apoyarse en nosotros
y edificar grandes torres de santidad, de Amor a Dios y al prójimo.
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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (22/IX/2024)

    (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

    Esta semana destacamos a dos grandes figuras de la santidad cristiana, uno conocido por muchos de nosotros y el otro un clásico de la espiritualidad cristiana, pero ambos suficientemente atractivos como para intimar en amistad y trato frecuente.
    En primer lugar, celebramos el lunes, día 23/IX, a San Pio de Pietralcina, (1887-1968) presbítero, religioso de los Hermanos Menores Capuchinos, que desde el Convento de San Giovanni Rotondo, en la región italiana de Benevento, ejerció su ministerio con tal fuerza y santidad que fue conocido y visitado por miles de personas de todo el mundo, y que acudían allí para escuchar sus consejos y orientaciones, recibir el perdón de Dios en la Confesión, y palpar el amor

misericordioso de Dios, que traslucía su bondad y su piedad. Él a todos acogía y atendía, y todos salían removidos por su amabilidad y santidad. San Juan Pablo II fue uno de los que, siendo aún cardenal, peregrinó a encontrarse con él, saliendo especialmente removido. Siguiendo su ejemplo se formaron muchos Grupos de oración, así como se fomentó la caridad y ayuda a los necesitados. Con su impulso y su buen ejemplo consiguió donativos y colaboración económica y personal para construir la Casa Alivio del sufrimiento, dedicada a atender a pobres, enfermos y necesitados.

    Estos testimonios pontificios ayudan a entender su santidad y fuerza apostólica. San Juan Pablo II el 1 de octubre de 1983, hablando a más de veinte mil miembros de los “Grupos de Oración” del Padre Pío dijo: «La presencia de ustedes y su compromiso cristiano están indisolublemente ligados a la personalidad y a la obra del Padre Pío de Pietralcina, el humilde fraile capuchino que por casi cincuenta años en el convento de San Giovanni Rotondo vivió y realizó su consagración religiosa a Dios, casi exclusivamente en la continua, prolongada y fervorosa oración y en el ministerio de la reconciliación, guiando y dirigiendo a millares de fieles que buscaban el auténtico camino de la perfección y de la santidad cristiana.»
    También recordamos el testimonio de San Pablo VI, que el 20 de febrero de 1971, apenas tres años después de su muerte, dirigiéndose a los Superiores de la orden Capuchina, dijo de él: «¡Mirad qué fama ha tenido, qué clientela mundial ha reunido en torno a sí! Pero, ¿por qué? ¿Tal vez porque era un filósofo? ¿Por qué era un sabio? ¿Por qué tenía medios a su disposición? Porque celebraba la Misa con humildad, confesaba desde la mañana a la noche, y era, es difícil decirlo, un representante visible de las llagas de Nuestro Señor. Era un hombre de oración y de sufrimiento».
    La fecundidad misteriosa de su larga vida sacerdotal y de religioso, hijo de San Francisco, continúa actuando todavía, podríamos decir, en un visible crescendo, en especial con los “Grupos de Oración” y la “Casa Sollievo della Sofferenza”. Con estos testimonios ¡cómo no procurar su amistad para caminar hacia la santidad más seguros!

    En segundo lugar, recordamos el viernes, 27/IX, a San Vicente de Paul, (1581-1660), sacerdote que ejerce su ministerio en la ciudad de París, destacando
por su afán de ayudar a los sacerdotes en su formación y santificación, y en atender a los pobres con la caridad de Cristo. Para ello funda la Congregación de la Misión, conocidos como Padres Paules, y, con ayuda de Santa Luisa de Marillac, funda la Congregación de las Hijas de la Caridad. Su afán caritativo con pobres y necesitados le merecieron el título de Patrono de las Asociaciones de Caridad. En esta línea, destaca sobre todo la Sociedad San Vicente de Paul, que Federico Ozanan funda en Paris en el 1883. Preciosas herencias que hemos recibido de ese santo y que nos lo hacen muy cercano y comprometedor con su ejemplo y su amistad para vivir la caridad cristiana.
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AGENDA PASTORAL

    Reiteramos lo dicho la semana pasada. Las actividades parroquiales discurren con la normalidad de los días ordinarios, y con la tranquilidad que esto produce en la atención pastoral: celebraciones religiosas, visitas a los enfermos, encuentros con la gente con paz y con calma. La Santa Misa todavía con el horario de verano (20,30 h. los diarios y 13 h. los domingos), y las Confesiones de 19,30 a 20,30 h. de martes a sábado y los domingos de 12,45 a 13,15 h. Por otra parte, programando otras actividades pastorales como la Catequesis con niños y adolescentes, etc.
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI

    (Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).

    Esta semana nos fijamos en la bocanada de aire fresco que también nos obsequia el Congreso Católicos y Vida Pública de Madrid, que ya ha celebrado 25 ediciones y anuncia la 26, para el que ha elaborado un manifiesto recogiendo sus inquietudes centrales y encauza su celebración, que tendrá lugar del 15 al 17 de Noviembre, con el título “Quo vadis. Pensar y actuar en tiempos de incertidumbre” Este año los codirectores del congreso son José Masip, vicepresidente de la Asociación Católica de Propagandistas, y una veterana expolítica y activista, María San Gil, vicesecretaria general de la ACdP y directora del Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo. Aquí tienes más información.




 

 

 

 

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