Imagen del CRUCIFICADO
Ya restaurado
Tenemos ya en la iglesia, en su hornacina del retablo de la parte derecha, la imagen de Cristo Crucificado, que ha estado siendo restaurado. Lógicamente la imagen ha ganado en su solidez estructural y en su belleza y prestancia exterior. La imagen ha sido sometida a un tratamiento de limpieza en una máquina refrigeradora, que destruye toda maleza viva corrosiva, que pudiera tener en su exterior, pero también en su interior. Después de esta operación ha recibido el tratamiento restaurador apropiado, teniendo en cuenta el uso que normalmente se hace de la Imagen: exposición al público para la veneración y la piedad correspondiente y sacarla en procesión en la Semana Santa. De haberse destinado a algún museo –según informe del restaurador- se hubiera descubierto algún trozo de la pintura interior. Pero según las normas comunes en estos tratamientos, se hizo lo apropiado técnicamente para el uso habitual de la imagen.
Nos alegramos de este trabajo, que sin duda contribuye a mejorar nuestro legado cultural en la Parroquia, y a fomentar la fe y la piedad cristiana, pues ciertamente la belleza que ahora muestra invita y anima más a la piedad y a la oración, como se ha vivido durante siglos por nuestros antepasados.
Quizá ahora destaca más la conveniencia de continuar con la restauración de todo el pequeño retablo que enmarca la imagen de Crucificado. Retablo que tiene también gran valor y belleza, como su comenta en la página de este BLOG, titulada PARROQUIAS. De momento, la propia Parroquia ha podido sufragar los gastos de esta restauración, por supuesto por la ayuda y los donativos que algunos feligreses hacen habitualmente y cada año a la Parroquia.
Para la restauración del retablo se han presupuestado unos nueve mil euros en principio, pues –como es sabido- luego en la práctica van descubriendo nuevos deterioros que hay que arreglar y pagar. Pero todo se puede hacer con buena voluntad y la cooperación de todos. Por el momento lanzamos la idea y puede ser un buen uso y dedicación de algún benefactor, que quiera comprometerse con ayudas económicas especiales en su Parroquia.
De todos las maneras, una vez más se agradecen todas las ayudas y cooperación parroquial que habitualmente hacéis muchos parroquianos, residentes en el pueblo, o que residen fueran pero aquí tienen sus raíces y su corazón.
