viernes, 29 de diciembre de 2023

Altavoz Parroquial: 31/XII/2023

 Sagrada familia - B       Lc 2,22-40

En el hogar de Nazaret

        En esta fiesta de la Sagrada Familia se celebra y se honra a la familia formada por María, José y el Niño Jesús. No podía faltar esta celebración durante la Navidad. Jesús vino al mundo en una familia, y en ese ambiente se educó como hombre y se preparó para realizar su obra salvadora. En el hogar de Nazaret se miran todas las familias cristianas, para aprender y dignificar la propia familia.

        El Evangelio de este día nos muestra a esta familia acudiendo al templo para “la purificación de María, y según la ley de Moisés llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor”. Igual que hacían todas las familias normales y devotas de entonces.
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        El Evangelio convertido en oración personal

        Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la Ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor” y para entregar la oblación, como dice la Ley del Señor: “un par de tórtolas o dos pichones”.

    Gracias, Señor, por esa imagen tan aleccionadora de tus padres
llevándote al templo. La normalidad de tu familia, cumpliendo las leyes justas
del momento social, engrandecen la vida familiar, que se ajusta a tu santa ley y
disfruta del ambiente familiar y se ve premiada con una prole feliz y generosa.

    Te pido, en primer lugar, Señor, por mi familia: padres, hijos y hermanos.
Que en todos reine la bondad de corazón, la humildad y sencillez,
y la generosidad para fomentar la verdadera alegría y felicidad en el hogar,
y para dar amor y bienestar a todos los demás antes que a uno mismo.

    En esta misma línea pido por todas las familias del mundo:
que sean hogares luminosos y alegres, escuelas de humanismo,
iglesias domésticas, donde reine la paz, el amor y el temor de Dios.

    Quiero también acompañarte hoy y ponerme al lado de tus padres,
María y José, en la ceremonia de tu Presentación en el templo.
Como un criado familiar quiero ofrecer mis servicios a tan augusta familia,
y también observar las actitudes y comportamiento de aquel matrimonio santo.

    Pocos matrimonios han recibido tantos elogios y promesas optimistas
y esperanzadoras, y a la vez tantos presagios de dolor y contradicción.
El anciano Simeón rebosa de alegría porque ha visto y tocado al Salvador.
Se puede ya morir en paz. Ha llegado la luz a las naciones
y la gloria al pueblo de Israel. ¡Qué satisfacción escuchar estas palabras!

    Con la alegría de la profetisa Ana, quiero mostrar al mundo mi satisfacción
por conocerte y tratarte en tu ambiente familiar.
Ayúdame, Señor, a hacer de mi familia la iglesia doméstica donde Tu reines,
y todos, hijos, familiares, amigos y conocidos, encuentren un remanso de paz,
alegría, bienestar y amor de Dios; y en especial los pobres y necesitados
encuentren en mi casa acogida, calor y ayuda generosa.

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Santa María, Madre de Dios - B     Lc 2,16-21

Ante el trono de María    

        La Iglesia invita a los cristianos en este día a fijarse especialmente en la Madre de Jesús. Y para eso le dedica una fiesta a Ella sola: la octava de Navidad, titulándola con el

nombre más grandioso y sublime que puede pensarse, y aplicarse a una persona: Solemnidad de María, Madre de Dios. Sin duda se merecía este título por lo que participó en la venida de Jesús al mundo: aceptó libre y voluntariamente concebir en su vientre y parir a Cristo; y porque a los cristianos nos honra tratarla así, y nos da mayor confianza y alegría al acudir a Ella como intercesora y abogada, y sobre todo como Madre nuestra.

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        El Evangelio convertido en oración personal

        Los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les habían dicho de aquel niño Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores.

    Señor, un día más el evangelio de la Misa me habla de los pastores,
que te adoraron, los primeros, en la cueva de Belén.
Gracias, Señor, por estas personas, tan sencillas como encantadoras,
y tan piadosas como ejemplares para todos los creyentes.

    Por eso quiero ponerme a su lado y ser uno de ellos.
Señor, quiero empaparme como ellos del mensaje celestial:
“¡Gloria a Dios en el cielo,
y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!”.

    Embargado de admiración y felicidad, quiero dirigirme al portal
para llevarte lo mejor que yo tengo: mi corazón y los mejores sentimientos
de amor, perdón y entrega generosa y sacrificada.
Les veo, Señor, felices en el camino que emprenden, y andando
con diligencia y decisión. Así quiero ir siempre al encuentro de los hermanos
en mi casa y en el trabajo, en la vida social y en las diversiones.

    Ellos te encontraron en las mejores manos y con la mejor compañía:
en las manos de María y acompañado de José.
Y tú, en el pesebre, como un niño inerme y pacífico, ofreciendo bondad
y alegría, y esperando amor y acogida en los corazones.

    Tu Madre, María, la Reina, haciendo de trono real,

nos ofrece al Rey de cielos y tierras, el tesoro del Reino de los cielos.
Nos da aparentemente solo tu humanidad, tu ejemplo, tu amor,
pero en ello está tu divinidad, que nos hace hijos de Dios por la gracia.

    Gracias, Señor, por esta Reina, Madre tuya y Madre nuestra,
que encontramos en Belén y seguimos disfrutando en el camino de la vida.
Que nunca me olvide, Señor, de este amor maternal; y si alguna vez me aparto
del buen camino, que encuentre pronto la senda para volver a Ti,
con la mirada y el cariño de tu Madre y Madre nuestra, María.

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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (31/XII/2023)

        Después de una semana completa celebrando la NAVIDAD, llegamos al final de la octava de Navidad, con la fiesta de la Sagrada Familia, el domingo, 31/XII, que seguramente hemos seguido contemplando y rezando ante esta trinidad de la tierra, Jesús, María y José, que nuestros belenes nos muestran con tanto realismo, como invitación a la piedad y al compromiso de la caridad, generosidad y misericordia con todos. Ya lo recordábamos la semana pasada, y ello sigue recomendado hasta que terminemos las navidades, y nos sintamos estimulados a vivir todos los días del año con el espíritu navideño. ¡Qué felices seríamos y cuánto bien haríamos a esta sociedad martirizada por la impiedad, las guerras, y el libertinaje que se nos quiere imponer por las fuerzas del mal, del odio y del egoísmo!
        En cuanto a los santos a tener especialmente en cuenta, volvemos, como el año pasado, a recordar, el jueves, 4/I/2024, a San Manuel González García, a quien se le renombra como el Obispo de los Sagrarios Abandonados. Vive entre 1872 y 1940. Nace en Sevilla, donde fue miembro de los “seises” o niños cantores de la Catedral. Su familia profundamente religiosa le inculta los mejores sentimientos cristianos, que él centra en la piedad eucarística.

Ante la vocación sacerdotal, se ve obligado a trabajar para costearse los estudios. Ya sacerdote, comienza ejerciendo como párroco y arcipreste en Huelva, donde hace de la Eucaristía el centro y objetivo principal de su labor sacerdotal, y donde ya manifiesta un gran celo sacerdotal, que le lleva a promover también diversas obras sociales de todo tipo. Después es nombrado, primero obispo de Málaga y luego de Palencia, donde los avatares de la República le impiden tomar posesión durante varios meses, aparte de otras dificultades, lo que no le impide seguir fomentando la devoción eucarística, en todas partes y por todos los medios posibles, para que ningún sagrario se encuentre solo, o abandonado.

        Fu
nda diversas instituciones para fomentar la piedad eucarística, que tienen muy buena acogida en todas partes y se extienden por muchas diócesis y parroquias: Marías de los sagrarios, Discípulos de San Juan, Juventud Eucarística Reparadora, y por último la Congregación Misioneras Eucarísticas de Nazaret. Y siempre urgiendo a los sacerdotes el culto y la devoción a la Eucaristía, para que llegue a los feligreses y nunca estén los Sagrarios abandonados en las Parroquias. Destacan también numerosas publicaciones, muy populares, sobre la devoción a la Eucaristía. Al final deja escrito como parte de su testamento: "Pido ser enterrado junto a un Sagrario, para que mis huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma, estén siempre diciendo a los que pasen: ¡Ahí está! ¡Ahí está! ¡No le dejéis abandonado!". Fue beatificado por San Juan Pablo II, el 29/IV/2001, y canonizado por el Papa Francisco el 16/X/2016.
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AGENDA PASTORAL

        Al día siguiente de honrar a la Sagrada Familia, la Trinidad de la tierra, celebramos, el primer día año, octava de la Navidad, la fiesta de Santa María, Madre de Dios. Magnífico comienzo del AÑO NUEVO, que nos lleva a reafirmarnos una vez más en el cariño y protección maternal de la Santísima Virgen María. No cabe mejor comienzo del año para los cristianos. Y sobre todo, si acudimos al sacramento del perdón, para acoger el amor y la misericordia divina, y así comenzar el año con el alma en gracia de Dios. Pero esto, sobre todo si no nos hemos confesado ya para la Navidad. Además, este día queremos rezar por la paz en el mundo, en los corazones, en las familias, y por tanto en toda la sociedad.

        Y al final de la semana con la que vamos rematando la Navidad tenemos como remate de la Navidad, la celebración, el sábado, 6/I/2024, de la EPIFANIA del  Señor, es decir de la manifestación de Jesús Niño a unos “magos” venidos de Oriente, que se postran ante el portal y le ofrecen “oro, incienso y mirra”, para simbolizar y enseñarnos que Jesús vino al mundo para descansar en el corazón de todos los hombres, de todos los pueblos, de todas las razas y naciones, y de todos los tiempos de la historia, pues a la vez que se muestra Dios con nosotros, quiere ejercer su realeza sobre toda la humanidad, y nos muestra también su cercanía siendo un hombre como todos los humanos. ¡Perfecto remante celebrativo de las fiestas navideñas!
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI

        Celebradas las fiestas de la Navidad, y comenzado un año nuevo, 2024, estamos más capacitados para para mirar al futuro de la Iglesia con una fe más fuerte en el amor de Dios, y una confiada esperanza en su poder, que siempre hemos de mantener. Las razones están en la fe, la esperanza y la caridad, que configuran la vida cristiana. Por ello contemplamos tantos movimientos y realidades eclesiales que siguen vivificando, y animando en la Iglesia por todo el mundo. En esta ocasión nos fijamos en HAKUNA, asociación de jóvenes, que va siendo ya multitudinaria, y que se sienten atraídos por Jesús a través de la música, las Horas Santas de adoración y oración ante la Eucaristía, la formación doctrinal y espiritual, que acogen con alegría y afán apostólico y evangelizador. Te presentamos una muestra de sus canciones, con el villancico compuesto este año para Cáritas, y que además nos sirve como remate dorado, alegre y festivo, de la Navidad. En este enlace lo tienes























































 

jueves, 21 de diciembre de 2023

Altavoz Parroquial: 24/XII/2023

IV Domingo Adviento – B            Lc 1,26-38
Al lado de María

        No puede faltar la mirada a la Virgen en el Adviento. Ella fue el cenit de la promesa que se había hecho al pueblo israelita, y que este antiguo Pueblo de Dios conservó durante siglos con esmero, fidelidad y esperanza. “Una virgen concebirá y dará a luz un hijo. El salvará al pueblo de los pecados”, había anunciado el profeta Isaías siglos atrás. Y llegó el momento de esa concepción en el seno de una mujer, María de Nazaret, cuando el arcángel Gabriel le propuso ser la Madre del Mesías, y Ella aceptó voluntariamente, pues entendió que el mensaje y el plan venia de parte de Dios. ____________________________________

        “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande. Se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre; y su reino no tendrá fin”.

       Señor, que te nos muestras tan cercano y asequible con tu Encarnación
en el seno de una mujer humilde y sencilla del pueblo.
El relato evangélico está repleto de encanto y familiaridad,
pero también de valor histórico y salvador
y a la vez de llamada a la admiración y al compromiso.

    Gracias, Señor, no solo por parecerte a nosotros, sino por hacerte uno de los
nuestros, y así no dudemos de tu humanidad y nos admiremos de tu divinidad.
Gracias, Señor, por esa mujer, tu Madre, que quisiste fuera madre nuestra,
rebosando fe y generosidad, paz interior y entrega valiente y comprometedora.

    Le pediste, Señor, la alegría de la fe y de la entrega, generosa y total;
y Ella correspondió con minuciosa fidelidad.
Le prometiste que “sería bendita entre todas las mujeres”;
y con creces se ha cumplido por todas las generaciones.
¡Qué alegría nos produce esta escena a los cristianos,
por el misterio redentor allí obrado, y también por el testimonio de María,
nuestra Madre, que aceptó ejemplarmente la voluntad de Dios!

    Quiero, Señor, vivir siempre junto a Ella, y amparado por su amor maternal.
Ayúdame a sentirme siempre hijo de tu Madre, y a gozar de su cariño maternal.
Quiero aprender de Ella a aceptar tu Santa Voluntad,
en mi vocación cristiana, y corresponder como Ella con alegría
y generosidad en todo lo que me vas pidiendo cada día.


    ¡Cómo emociona la escena del ángel Gabriel junto a María,
que tanto han representado y cantado los artistas y poetas!
La sencillez y la naturalidad del encuentro y del diálogo se entrelazan
con la hondura del plan propuesto y la trascendencia del compromiso.
Y reitero mi compromiso, Señor, de corresponder como María
en cada momento; y por eso, como la Virgen, te suplico:
“He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”.

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Navidad - B     Luc 2,1-14
En la cueva de Belén

        Tres misas, con sus respectivas oraciones y lecturas propias, contiene el Misal para esta fiesta. Por ellas discurren los diversos textos bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento, que aluden o describen lo sucedido en Belén de Judá. En la Misa de medianoche (“misa del gallo” en leguaje popular) se lee el edicto del emperador Cesar Augusto convocando al empadronamiento de todos los ciudadanos en su lugar de nacimiento. Y se relata el viaje y el nacimiento de Jesús en el pesebre. También se recuerda a los pastores, que, avisados por un ángel, adoran al Niño Dios.
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    Aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales, y acostado en un pesebre”. De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”.

    ¡Qué agradecidos debemos estar al evangelista San Lucas, que nos relata
este acontecimiento histórico, tan trascendental para la humanidad!
Señor, quiero acompañarte al lado de María y de José,
como un criado fiel y solícito, para aprender de ellos
y disfrutar de la paz y de la santidad que se respira en la gruta de Belén.

    Ellos no protestaron, ni se opusieron al edicto imperial.
Aceptaron la orden poniéndose en camino. Con gran fe en tu amor providencial,
y desbordado una enorme paz interior, les veo tranquilos y felices.
Percibo la confianza que tienen en tus palabras.
¡Cuánto tengo que aprender yo en mi vida, que con tanta frecuencia me quejo,
protesto y sufro tontamente por no tener más sentido sobrenatural
en mi trabajo, en mis cruces de cada día, y lo mismo en mis alegrías,
que no pasan de ser puramente humanas, placenteras y egoístas!

    Tuvieron que recibir desplantes, incluso desprecios de familiares y conocidos.
Pero de nadie protestaron, a nadie criticaron. Su corazón estaba centrado
en algo más importante y trascendente, que esas pequeñeces humanas.
¡Qué alegría, Señor, el momento del parto!
No importaba el lugar, la pobreza, el abandono de la gente.
Se les notaba repletos de amor entre ellos, pues les unías Tú, Señor.

    Te acogieron como un niño y te adoraron como un Dios.
Te parieron como un hombre y nos lo ofrecieron como el Salvador.
Como ellos, Señor, quiero celebrar tu nacimiento, y con ellos quiero disfrutar
de tu humanidad encantadora y agradecerte la filiación divina que me regalas.
Pero siempre al lado y con el cariño de María y de José.

    También quiero acompañar a los pastores, que te visitaron y te obsequiaron
con lo mejor que tenían, su corazón, pero será en otro rato de oración.
¡Gracias, Señor, por haberte hecho hombre,
para que yo pueda vivir como un hijo de Dios!


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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (24/XII/2023)

        Esta semana tiene la particularidad de comenzar con el IV Domingo de Adviento, e inmediatamente celebrar ya la Navidad, el Nacimiento de Cristo en el Portal de Belén, y por tanto sentir el gozo y la alegría de este nacimiento, y también la cercanía y ternura de quienes son nuestros mejores e imprescindibles amigos. En primer lugar, Jesucristo, que, como dice el Apóstol Juan en su primera carta: “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! (I Jn 3,1). Jesucristo no solo es nuestro amigo, es nuestro hermano, es nuestro amor por excelencia. Así hemos de contemplarle, y dejarnos querer, estos días ante el Portal de Belén. Pero además hemos de acogernos -como niños- en los brazos de su Madre, María, y acompañarla en la oración. Y por supuesto siempre al lado de San José, de quien aprenderemos mucho, acompañándole, observándole, y tratándole con confianza y cariño.
        En cuanto a los santos de la semana -quizá un poco opacados por esa trinidad de la tierra, que contemplamos en el pesebre- tenemos varios de importancia porque conocieron o convivieron con Jesús, o tuvieron una relación especial con El. En primer lugar, tenemos e

martes, 26/XII, a San Esteban, diácono, de los primeros colaboradores de los Apóstoles, y el primero en dar la vida por Jesús. Es, pues, el protomártir. Buen amigo y compañero. En segundo lugar, celebramos el miércoles, 27/XII, a San Juan, Apóstol y Evangelista, de quien recordamos tantas ocasiones como intervino en la vida del Maestro, desde que le conoció, hasta que le contempló muriendo en la Cruz y acompañando a su Madre, María. ¡Cómo no va a merecer tenerle como maestro y amigo! Y, por último, tenemos el jueves, 28/XII, a los Santos Inocentes, que murieron en su niñez por causa de Jesucristo. Ellos merecen nuestro reconocimiento y cariño fraternal.
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AGENDA PASTORAL

        Toda la pastoral de estos días gira inevitablemente en torno al Nacimiento de Jesús: celebraciones religiosas y familiares, sociales y lúdicas. Quizá nos hemos pasado un poco también los cristianos en estas celebraciones y ambiente navideño, así como en festejos puramente paganos y gastos y regalos desorbitados. El Papa Francisco nos lo ha recordado en la Audiencia General del miércoles, 20/XII, y nos propone unos consejos muy apropiados e imprescindibles si queremos vivir la Navidad con alegría y compromiso cristiano. Lo titula: El belén de Greccio: escuela de sobriedad y alegría. Merece la pena leerlo, en este enlace.

Y también el recuerdo de otros años, que proponíamos en estas páginas:

HOGAR CRISTIANO EN NAVIDAD
        -  El Nacimiento ha de estar en el centro del hogar, para que aúne las                       miradas, los rezos y los afectos de los moradores de la casa.
        - Rezar antes de las cenas y comidas de Navidad y Año nuevo.
        - Comidas verdaderamente familiares: todos unidos y alegres.
        - Algún recuerdo y detalle familiar de solidaridad con los necesitados.
        - Participar, en familia, en la Misa de Navidad y demás fiestas.
        - No olvidar la FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA, que este año es el día 31.

FIESTAS CRISTIANAS EN NAVIDAD
        ¿Regalos? Sí, pero sin pasarse. Siempre es buena la austeridad, para los                 padres y para los hijos. Y más habiendo tantas familias necesitadas 
        en el mundo.
        ¿Comidas? Sí, pero sobre todo procurando que sean verdaderamente                        familiares, alegres, positivas y solidarias.
        ¿Diversiones? Sí, pero sobre todo diversiones, juegos, etc. en familia, con los            hijos y parientes, y en segundo lugar con los amigos y vecinos.


Feliz y cristiana Navidad,
y dichoso y próspero año 2024




















viernes, 15 de diciembre de 2023

Altavoz Parroquial: 17/XII/2023

 III Domingo Adviento - B         Jn 1,6-8,19-28

Preparar la Navidad

        Sigue la invitación a preparar la Navidad mirando al personaje, el Bautista, que “no es la luz, sino testigo de la luz”. De él aprendemos a situarnos ante Cristo, Luz que viene a iluminar la mente y el corazón de los hombres, para conocer la verdad, y caminar en la vida por sendas de caridad, de justicia, de solidaridad, de optimismo y de felicidad, en definitiva, de amor de Dios entre los hombres.

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    Juan les respondió: “Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que vosotros no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia”. Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

    Qué ejemplo más maravilloso nos das, Señor, con Juan el Bautista.

De su mano quiero prepararme para recordar, un año más, tu nacimiento
en Belén, y celebrar gozosamente tu llegada a la tierra
para regenerarnos con la gracia de Dios,
y así más fácilmente poder vivir también nosotros como hijos de Dios.

    Empapado por esta consideración de ser hijo de Dios,
y urgido a vivir en el amor de hermanos con todos los hombres,
quiero, Señor, mostrarme como Juan el Bautista siempre humilde
y sencillo; trabajador y apostólico, sacrificado y generoso;
quiero parecerme a esa “voz que clama en el desierto”;
y así ser testigo de tu verdad y lucero de tu paz y tu perdón,
para que, familiares, amigos y conocidos, abran los corazones
a tu maravillosa doctrina de gracia y de amor, de justicia y de santidad.

    Señor, quiero contribuir a que esa presencia tuya entre nosotros,
que tanta gente no percibe, se haga visible no solo por la institución oficial
de tu Iglesia y por las proclamas organizativas de los creyentes,
sino por mi vida de fe, por mi caridad con todos los hombres,
y sobre todo con los más necesitados, por mi responsabilidad la
boral y social,
por hacer de mi familia un hogar luminoso y alegre, donde reines Tú,
y en consecuencia donde rija tu santa ley de amor y de paz,
de alegría y felicidad, profunda y contagiosa.

    Mis defectos y mis pecados me apartan con frecuencia de estos ideales cristianos,
y por eso te prometo hacer una buena Confesión
como preparación imprescindible para celebrar esta próxima Navidad.
Por tanto, Señor, que mi vida “en gracia de Dios”
y mi consideración de hijo de Dios, se manifieste sobre todo
en mi vida de familia cristiana,
y así esta Navidad te sientas más a gusto y feliz
en nuestro hogar familiar en torno al Belén.
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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (17/XII/2023)

            Esta semana, aunque es la tercera de Adviento, pero en realidad, este año, es la última de Adviento, pues el domingo, 24/XII, es el día previo a la fiesta de Navidad. Y en estos días no encontramos apenas santos que considerar como amigos cercanos para nosotros. Parece que la Liturgia quiere que miremos ya, como muy cercana, la fiesta del Nacimiento del Señor, y hacia ella orientemos nuestra piedad y nuestro afán apostólico, para celebrar -nosotros y en todos cuantos podamos influir- como se merece la Navidad.

Por tanto, esta semana se nos invita a estar muy cerca de María y José. Acompañar, sobre todo, a la Virgen, que lleva en su seno al Niño Dios, ya próximo a nacer. Meternos en sus sentimientos nos hará no solo ser más amigos, sino mejores hijos de esta Madre. Y también coger de la mano a San José en estos momentos, cuando en principio dudaba de lo que veía que estaba sucediendo en su mujer; pero supo aceptar la voluntad de Dios en el momento se le reveló el misterio. Estos son los inmejorables amigos y compañeros, para vivir cristianamente estos días previos a la Navidad.

    No obstante, vamos a escoger a alguno, pues de todos los santos podemos aprender, e intimar con ellos. Esta semana se celebra, el día 22/XII, a Santa Francisca Javiera Calabrini, virgen y fundadora. Nace en Italia, año 1850, y muere en Illinois (Estados Unidos) en 1917. Nació en una familia cristiana piadosa, donde ella aprendió a entender y a seguir el Evangelio de Jesús. Pronto destaca por su afán de ayudar a pobres y necesitados y sobre todo a los migrantes, especialmente necesitados entonces. Se le une un grupo de muchachas con los mismos ideales, y funda el Instituto de Misioneras del Sacratísimo Corazón de Jesús. Soñaba con desplazarse a China, pero aconsejada por su director espiritual se le abren los horizontes hacia América del Norte, donde el problema de la emigración era enorme y sangrante. Allí trabaja en esta labor, que pronto se extiende por diversas ciudades. Por supuesto, con dificultades, pero su labor asistencial y cristiana fue enorme y muy reconocida, lo que le llevó a la canonización, realizada por Pio XII el año 1946, para que siga siendo nuestra compañera y ejemplo, además de intercesora y estímulo en el trabajo con los emigrantes, que -como sabemos y sufrimos- está siendo especialmente preocupante en la actualidad en muchos países.

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AGENDA PASTORAL

          Toda la pastoral de esta semana -homilías, catequesis, reuniones- está centrada en la preparación de la Navidad, para celebrarla como cristianos, cada uno personalmente y en su hogar familiar, y con toda la Comunidad Parroquial. Lógicamente, es cada uno quien debe, en primer lugar, prepararse espiritualmente con la oración, acompañando a María y a José, y también con una Confesión, que limpie el alma de pecados, defectos, y faltas de amor, y alimente los mejores sentimientos de paz, amor y bondad con todos, y así desbordemos en alegría cristiana durante la Navidad. Además, comulgando todos los días de fiesta en la Santa Misa. Ah, y como ya decíamos la semana pasada, con el Nacimiento, o Belén, ya instalado en el hogar. (Para apreciar más esta costumbre y el sentido y valor del Nacimiento merece la pena recordar el mensaje del papa Francisco del año 2019, aquí lo encontrarás).

No faltará estos días en la Parroquia el Concierto de Navidad, que realizarán la Banda Municipal de música, y el Coro Parroquial, Virgen de la Guía, culminando así los actos conmemorativos de los 25 años del Coro Parroquial.
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 VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI  

           Estamos en la Navidad 2023, y una vez más, llenos de alegría por recordar y celebrar que Dios se haya hecho uno de nosotros, para que nosotros podamos ser y considerarnos hijos de Dios, por esa gracia y amor que El deposita en nosotros, para que sea el amor a Dios y al prójimo lo que siempre nos acompañe y transforme en santos cristianos, que alardean y disfrutan de la fe, la esperanza o confianza en nuestro Padre Dios, y, en consecuencia, en el amor como motor y guía de nuestra vida. Esta es la gran novedad cristiana, siempre actual y transformadora, pues podemos hacer de todos los días una Navidad perenne, y así se lo pedimos al Niño-Dios, nacido en Belén.














jueves, 7 de diciembre de 2023

Altavoz Parroquial: 10/XII/2023

 II Domingo Adviento - B        Evangelio: Mac 1,1-8

        Conversión-Confesión
        
        La lectura bíblica contiene el comienzo del Evangelio según San Marcos, y recuerda en primer lugar las palabras del profeta Isaías (escritas varios siglos antes del nacimiento de Cristo) que hablan del mensajero que preparará el camino a Cristo, que no es otro que Juan el Bautista.
        Recordando palabras del profeta, el Bautista nos invita a estar preparados para recibir a Cristo, que va a aparecer predicando públicamente por los pueblos y ciudades de Palestina. Y para acogerle y entenderle es necesario “allanar los senderos”, es decir disponer el corazón con la humildad, la rectitud y el arrepentimiento de los propios pecados, y siempre con los deseos de acoger la Verdad. Esta es la manera de esperar, y de vivir luego la Navidad; estas son las disposiciones personales para celebrar y gozar del Nacimiento de Cristo.

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El Evangelio, transformado en ORACIÓN PERSONAL

    “Preparad el camino del Señor; enderezad sus senderos”;
se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo
de conversión para el perdón de los pecados.

    Señor, que me recuerdas el testimonio y las palabras de Juan el Bautista,
en este Adviento, que pretende prepararme a celebrar cristianamente
la próxima Navidad. Quiero aprender de su ejemplo,
y acoger sus enseñanzas como pautas indicadoras de mi conversión cristiana,
la que Tu me invitas a renovar y profundizar en este tiempo litúrgico.

    La soberbia y el individualismo, la pereza y la comodidad,
me impiden muchas veces escuchar tus palabras, Señor;
y, lo que es peor, aceptar las apasionantes verdades que me ofrecen.
Prefiero guiarme muchas veces por mi opinión, mi bienestar, mi interés
personal y egoísta, aun a costa de vivir a oscuras, con dudas y nerviosismos.

    Dame, Señor la humildad para reconocer y aceptar
tus maravillosas enseñanzas de vida y verdad.
Ayúdame a ser sincero y valiente para reconocer en cada momento
mis errores, equivocaciones y pecados; y al terminar cada jornada,
por la noche, que no olvide mostrar mi arrepentimiento
y pedirte perdón por mis fallos de amor a Ti y al prójimo.

    Y sobre todo, quiero “allanar los senderos de mi corazón”,
y mantener limpio el camino con la Confesión sacramental frecuente,
por la que me llega tu gracia y tu Amor,
y me dispone a encauzar mejor mi caridad con el prójimo.

    Ante tu llamada a dar un paso más en mi conversión cristiana
me propongo hacer una Confesión general, que me disponga
a acoger a Cristo en la Navidad con la alegría de los mejores cristianos
y con el compromiso de los grandes apóstoles.

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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (10/XII/2023)
        (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

        1º- Empezamos recordando, el 12/XII, a la Virgen, en este día bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe, patrona de Méjico, y la Emperatriz de las Américas. Además, advocación muy querida, y sentida con particular devoción, en toda la Iglesia. En todos los países hay iglesias y basílicas dedicadas a la Guadalupana. Buena ocasión para que esta devoción nos mantenga más unidos a todos los cristianos, y más fuertes en la fe cristiana en estos momentos especialmente difíciles.


        2º- También recordamos esta semana, el 13/XII, a Santa Lucía, virgen y mártir, que muere en el 304. Su vida concreta no es fácil de reseñar, pues son muchas las historias y leyendas que surgieron, incluso que murió habiéndole sacado previamente los ojos, por eso se la representa con sus ojos en un plato, por lo que ha merecido ser considerada la patrona de la vista. Una vez más hay que recordar que esta abundancia de historias o leyendas, reflejan la devoción que estos santos han tenido en el pueblo cristiano, y que siguen manteniendo. Por eso queremos mantenerlos como amigos, pues la historia nos confirma el bien han ido haciendo a los cristianos devotos, que les han rezado y tratado con frecuencia.

  3º- Y por último el gran santo, y amigo, de esta semana – el día 14/XII- es San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia. Nace en Fontiveros el 1542 y muere en Úbeda en 1591. Pertenece a una familia pobre, pero su bondad y sus deseos de superarse pronto le encaminan a la vida religiosa, concretamente a la Orden del Carmelo, donde Santa Teresa estaba procurando la reforma carmelitana entre las monjas. Y deseosa de que esto se hiciera también entre los carmelitas, encontró en Juan de la Cruz el verdadero maestro de su propia vida espiritual, y el reformador de la Orden del Carmelo entre los religiosos. Por esto no podemos por menos de considerarlos a ambos unidos en el camino de reforma del Carmelo, y de su propia santidad. Juan de la Cruz, poeta y místico destaca por su agudeza y profunda teología, y, como la santa, por sus arrebatos místicos de gran amor de Dios, que refleja en sus obras, y sobre todo en su poesía, de tal belleza y categoría literaria que se le considera el patrono de los poetas. Merece la pena conocer su vida, su relación con Santa Teresa, sus fundaciones, y también sus poemas, que elevan el ánimo y lo orientan a Dios, aún en los más escépticos. Merece la pena leer y releer los poemas de este rapsoda de la belleza y sublimidad del amor, pues supone gozar de la belleza poética y adentrase en el grandioso castillo del Amor de Dios, que abre el corazón para amar a los hermanos

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AGENDA PASTORAL

        Y, por otra parte, ya metidos en el ADVIENTO, toda la pastoral y actividades varias nos orientan a la Navidad, para que nos preparemos, un año más, a celebrarla como cristianos, con la oración personal, y la vida en gracia, alimentada o recuperada por la Confesión, y por las obras de caridad y servicio a los más necesitados. Ah, y con el Belén o Nacimiento que hay que ir pensando en montarlo en el hogar familiar, además de otros lugares públicos. (para apreciar más esta costumbre y el sentido y valor del Nacimiento merece la pena recordar el mensaje del papa Francisco del año 2019, aquí lo encontrarás). Y así no faltará la mayor alegría familiar y más compartida, en el gozo y disfrute de la fiesta, los villancicos, los regalos y los encuentros familiares y sociales. 
        Y para ayudarte a vivir mejor como cristiano -hijos de Dios por la Gracia y el Amor-, este tiempo de ADVIENTO, te ofrezco este enlace. En él se resalta especialmente la preparación espiritual como base fundamental de la alegría profunda y duradera de la Navidad, y la auténtica alegría humana, es decir, una CONFESIÓN, con calma y bien preparada, que nos permita gozar más y mejor de la alegría navideña y COMULGAR todos los días de fiesta

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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI        

        Que vivimos actualmente en una crisis de valores humanos y sociales es evidente para todos. No es el momento de enumerar y glosar estas formas de manifestarse la crisis social. 
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha publicado en su canal de YouTube un encuentro reciente en el que ofrece diez claves para combatir la crisis a todos los niveles que vive la sociedad actual, y, especialmente, España.
       "Estamos viviendo una crisis que no sé si tiene precedentes en la vida social española, y en la vida cultural, en el ámbito familiar, en el ámbito político...", comienza diciendo el obispo.


        Estas son las diez claves de Munilla para combatir la crisis actual
 Copiamos algunos párrafos:

1- Prestar mas atención a las causas que a las consecuencias
        Nos desvinculamos de Dios, de nuestras raíces cristianas, de nuestra historia, del pensamiento cristiano, de la propia familia... somos seres desvinculados. La causa es la secularización, plantear la vida como si Dios no existiera.

2- No creer que a nosotros no nos toca la crisis

       No hay que pensarse ingenuamente que estamos fuera de esta crisis, que a mí no me ha afectado. Si pensásemos eso, seríamos unos ingenuos. Esta crisis nos ha transformado más de lo que pensamos, es como si hubieran cambiado el agua de la pecera sin que los peces se dieran cuenta.

3- La primera solución es mi propia conversión
        La primera respuesta a esta gran crisis comienza con mi conversión, y por fortalecer la familia. ¿Qué puedo hacer yo?. Como diría Madre Teresa, '¿que cambiaría de la Iglesia?, comenzaría por cambiarme a mí misma', y, 'si quieres cambiar el mundo, vete a tu casa y ama a tu familia'.
        Esta crisis es una crisis de santos. Dios ha suscitado santos en los momentos más críticos de la historia para afrontar las situaciones. Fijaros en el Siglo de Oro español, todos los santos de la Contrarreforma, fue una respuesta increíble.

4- La oración es lo único que cambia la historia
        Frente al influjo del pelagianismo, es necesario creer que el poder de la oración es el único que puede cambiar el decurso de la historia. Solo Dios puede cambiar el curso de la historia. El poder de la oración tiene que manifestarse en nosotros teniendo fe en que Dios es el señor de la historia. Dame un punto de apoyo y moveré el mundo, ese punto de apoyo es la oración.
En esta crisis, debemos responder con adoración eucarística, es la propuesta proporcional para afrontar esta crisis. Las capillas de la adoración perpetua son uno de los grandes legados de Benedicto XVI a la Iglesia Católica. Tenemos que luchar por la adoración perpetua, para que haya capillas donde se adore al Señor continuamente.
"El poder de la oración tiene que manifestarse en nosotros teniendo fe en que Dios es el señor de la historia", dice el obispo.

5- Discernir nuestros talentos y no enterrarlos
        Hay que discernir cuáles son mis talentos y no enterrarlos. En esta crisis es posible que tengamos talentos de tipo político y no hay que enterrarlos. Hacerse presentes en la vida pública, en el ámbito cultural... Es importante que sepamos que depende del desarrollo de los dones que Dios nos ha dado el bien común.

6-Es necesario "desperezarse" ante las movilizaciones
        Estamos acostumbrados a que, como suceden tantas cosas, no puedes hacer movilizaciones todo el tiempo. La gente se cansa, no persevera... y el enemigo se frota las manos ante esa realidad. El maligno sabe cuáles son nuestros puntos débiles y cuenta con nuestra tendencia a desactivarnos.

7- Capacidad crítica, pero sin amargura y quemazón

        Dios nos da capacidad de afrontar esta crisis sin perder la alegría y el sentido del humor. Un sano humor nace de la confianza de que sabes que este gigante tiene los pies de barro y sabes que va a caer, no sé cuándo ni como, pero caerá.

8- Cultivar un esperanza escatológica

        No es cierto que el bien y el mal den lo mismo, quien dé esa imagen de misericordia, está condenando a Dios a ser injusto. Nuestra esperanza en que el bien venza al mal es definitiva.

9- Que vivamos en comunión los unos con los otros
    Hay amistades, que cada vez que estás con ellas, sales con deseos de entregarte más. Es clave que invirtamos tiempo y esfuerzo con quien me encuentro y me enriquezco. Necesitamos ayudarnos, tener lugares de cenáculos donde oremos, compartamos...

10- Nuestro principal arma será el santo Rosario
        En este momento tan difícil nos tenemos que agarrar al Rosario y hacer del Rosario el instrumento de petición y de intercesión. Como en la batalla de Lepanto, que fue palanca de intercesión. En esta batalla, que es mucho más difícil, porque el enemigo lo tenemos muy dentro de nosotros, el remedio es el mismo.
        Tenemos que hacer del Rosario nuestro santo y seña, salpicar nuestra vida de ave marías intercesoras. Que la oración nos mantenga en presencia de Dios. Si queremos purificarnos de rencores y de vanidades, el santo Rosario es clave, y el Rosario rezado en familia tiene un poder inigualable.





viernes, 1 de diciembre de 2023

Altavoz Parroquial: 3/XII/2023

 I Domingo Adviento - B     Mac 13,33-37

        ¡Velad!
         En el comienzo del año litúrgico son especialmente oportunas las recomendaciones a estar en vela: “Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento”. Son advertencias cariñosas y como dichas al oído de cada uno, para que seamos sensatos, precavidos, y en definitiva verdaderamente sabios con la sabiduría del “bien vivir”, poniendo los medios auténticos que conducen a lo único importante: la felicidad en esta vida, y después la felicidad, para siempre, en el cielo.
        El Adviento nos invita a dirigir la mirada a la celebración, un año más, del Nacimiento de Jesús: Dios que se hace hombre, para que nosotros pudiéramos, no solo contemplarle y aprender de El, sino para que pudiéramos ser Hijos de Dios; y para eso la Iglesia nos recuerda los medios que nos acercan a El y nos sintamos más hermanos de todos los hombres: la oración y los sacramentos, sobre todo de la Eucaristía y la Confesión.

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        "Dijo Jesús a sus discípulos. “Estad atentos, vigilad: 
pues no sabéis cuando es el momento”.

    Gracias, Señor, por estas advertencias que me haces en tu Evangelio,
o Buena Nueva, para que sea sensato, prudente y responsable con mi vida.
Tus palabras siempre están llenas de luz, de verdad,
y por tanto de auténtica vida, la que Tu quieres que tenga para ser feliz
y encontrarme contigo en este mundo y después en el cielo.

    Gracias, Señor, por estas palabras que me susurras, una vez más, al oído,
y en concreto ahora que comenzamos un año litúrgico,
y quieres que lo comience “con buen pie”.
“Velad entonces, pues no sabéis cuando vendrá el dueño de la casa,
si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer;
no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos”.

    Acojo también, Señor, tus palabras con la responsabilidad
del compromiso vocacional del buen cristiano, que quiere ser santo,
y difundir tu amor, tu verdad y tu vida,
en mi entorno social y familiar, entre mis amigos y colegas,
y especialmente a todos mis familiares: padres, hijos, hermanos.

    Me siento tan reconfortado con tus palabras, y tan animado y feliz
con tus muestras de amor y confianza conmigo en este comienzo
del año litúrgico, que prometo no dejar nunca mi oración o trato contigo
cada día, para mantener esta intimidad, o vida interior y espiritual;
y de esta manera siga aprendiendo de tu vida ejemplar, de tus enseñanzas
siempre iluminadoras y animantes; y al mismo tiempo pueda participar
siempre de la alegría de tu amor y de la satisfacción del deber cumplido
y del servicio a mis hermanos los hombres.

    Que nunca pierda la fe y confianza en tus palabras, y que jamás olvide
tus cariñosas recomendaciones a ser responsable
con mi santidad y mi apostolado.


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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (3/XII/2023)
        (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

        Aunque no se celebre por caer en domingo, comenzamos recordando -día 3/XII- la gran figura que es SAN FRANCISCO JAVIER (1506-1552), el gran navarro, Patrono de las Misiones y de los misioneros, que él vivió en la India, Japón, muriendo con el deseo de pasar a la China. Estudiante en París, se encuentra con el vasco Ignacio de Loyola, que está comenzando a organizar la Compañía de Jesús, o Jesuitas. La amistad les une para siempre cumpliendo cada uno la propia voluntad de Dios. Javier lanzándose como misionero intrépido que lleva el fuego del amor de Dios que aprende de su maestro, San Ignacio. Una vez más recordamos que San Francisco Javier es de esos santos, cuya biografía merece la pena conocer con más detalle: la vida de un joven noble, estudiante en París, su encuentro con el Maestro, sus años de cercanía, aprendizaje y colaboración con San Ignacio, su disponibilidad para servir al único Señor que se lo merece, y sus años de misionero, gastando su vida por dar a conocer a Jesucristo a todas las gentes. ¡Qué buen amigo para jóvenes, sacerdotes, misioneros y laicos, y cuantos quieran ser felices viviendo la única alegría que merece la pena: servir al único Señor!


        Recordamos esta semana a dos santos, lejanos en el tiempo, pero siempre actuales, por su condición de Padres de la Iglesia, que, con su santidad de vida y sus escritos, han ido forjando la Tradición de la Iglesia, por la cual nos ha llegado a nosotros la Verdad revelada con pureza e integridad. Estos santos son, el 4/XII, San Juan Damasceno (670-750) presbítero y doctor de la Iglesia; y San Ambrosio, el 7/XII, Obispo de Milán y doctor de la Iglesia. Ambos destacaron por su santidad de vida y por sus escritos sobre la vida de la Iglesia, la doctrina cristiana y los comentarios bíblicos. Aunque sus obras sean más propias de especialistas, pero su amistad nos acerca más a Jesucristo, y a todos los hermanos cristianos que nos han precedido a lo largo de los siglos.

        Hacemos mención también esta semana, el 9/XII, de San Juan Diego Canhtlatoatzain, (1474-1548), laico, a quien se le aparece, en la colina de Tepeyac, Méjico, la Virgen de

Guadalupe, estampada en la capa que llevaba puesta, dando origen a la gran devoción hispanoamericana y mundial de la Virgen de Guadalupe. Buen día para unirnos en la oración con tantos hermanos, devotos de esta advocación, que también nosotros, en España, tenemos muy arraigada. Además, puede servir de pórtico para la fiesta, el 12/XII, de la Virgen de Guadalupe, la Emperatriz de las Américas.

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AGENDA PASTORAL
        Recordamos, la fiesta de la Inmaculada Concepción, el 8/XII, y su novena previa, que tanto nos ayuda a crecer y perseverar en la devoción a nuestra Madre la Virgen María. Para más información, puedes consultar este enlace.  
  
        Y, por otra parte, ya metidos en el Adviento, toda la pastoral y actividades varias nos orientan a la Navidad, para que nos preparemos, un año más, a celebrarla como cristianos, con la oración personal, y la vida en gracia, alimentada o recuperada por la Confesión, y por
las obras de caridad y servicio a los más necesitados. Ah, y con el Belén o Nacimiento que hay que ir pensando en montarlo en el hogar familiar, además de otros lugares públicos. Y así no faltará la alegría familiar y compartida, el gozo y disfrute de la fiesta, los villancicos, los regalos y los encuentros familiares y sociales. 
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
        El testimonio cristiano en la vida es necesario y obligatorio para todo cristiano. Y por tanto, es bueno aprender de aquellas personas, que en cada momento testimonian su fe y su Amor de Dios y el afán de amar y servir a los demás. Es verdad que todos somos humanos y por eso también podemos cambiar, para lo mejor o para lo peor. Por tanto, cuando se proponen los buenos ejemplos y el testimonio cristiano de algunas personas, se entienden que son de la actualidad.
        Hoy te proponemos el ejemplo y testimonio de Christian Carracedo, jugador del Cordova FC, que abre su corazón a todos, y con humildad y sinceridad nos habla de su vida de cristiano y de profesional deportista. En este enlace, titulado: “La fe, un “antes y un después” para Carracedo, delantero del Cordova FC. Estar orgullosos de Dios”.