viernes, 15 de marzo de 2024

Altavoz Parroquial: 17/III/202

 5º Domingo de Cuaresma - B    Jn 12,20-23

Como el grano de trigo

La Cuaresma va avanzando, y las lecturas bíblicas siguen con su pedagogía de preparar a los cristianos para la celebración de la Pascua. Ellas nos descubren el corazón de Cristo al presentarnos su muerte como necesaria para dar luego el fruto granado de su triunfo en la Resurrección. Con ello además nos enseña a nosotros a aceptar sus mismos sentimientos y a aprender a morir al pecado y a todo lo malo, para poder vivir como El y con El, o sea para resucitar en obras de santidad y apostolado.
    (Hoy puede leerse el pasaje evangélico de la Resurrección de Lázaro, ciclo A)
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  “Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.
 En verdad, en verdad os digo que, si el grano de trigo no cae en tierra 
y muere, queda infecundo, pero si muere da mucho fruto”.

    Como aquellos que se acercaron a Felipe para que les facilitara tu cercanía,
así yo te digo: “Quiero verte, Señor, quiero sentir tu presencia amorosa
en mi corazón. Quiero vivir unido a Ti, con los mismos sentimientos
y propósitos; y así disfrutar de tu amor en las luchas
y dificultades, y en la alegrías y comodidades”.

    Tus palabras me abren los mejores ideales y los planes más realistas
para ser feliz, siguiéndote a Ti y dándome a los demás,
como Tu me has enseñado con tu palabra y tu ejemplo.
No quiero, Señor, olvidar tus palabras tan llenas de vida y santidad,
de realismo y exigencias apostólicas.

    “Os aseguro que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere,
queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que se ama así mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo
en este mundo, se guardará para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, y donde esté Yo, allí estará
también mi servidor; a quien me sirve, el Padre lo amará”.


    Con estas palabras entiendo un poco mejor tu muerte en la Cruz,
pero sobre todo su fecundidad en la Resurrección.

    Que sepa morir cada día, como el grano de trigo, para granar fecundamente
en frutos de santidad y apostolado, y al final en la vida eterna.

    Quiero servirte, Señor, y seguir tus pasos. Quiero gozar de tu compañía.
Quiero dar frutos de responsabilidad profesional y social,
de entrega y generosidad con pobres y necesitados,
y de servicio a todos en la Iglesia y en la sociedad.
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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (17/III/2024)
    (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

    Esta semana resplandece con luz propia un santo, que es más que amigo, pues le consideramos y tratamos con toda confianza y cariño también como Padre y Señor de todos los cristianos, y sobre todo de quienes acuden a su mediación. El diecinueve de Marzo celebramos la Solemnidad de San José, esposo de la

Bienaventurada Virgen María.
Hombre justo, nacido de la estirpe de David, que hizo las veces de padre para con el Hijo de Dios, Cristo Jesús, el cual quiso ser llamado hijo de José, y le estuvo sujeto como un hijo a su padre. La Iglesia lo venera con especial honor como patrón, a quien el Señor constituyó sobre su familia.

    De él decía Santa Teresa de Jesús que no recordaba haber acudido a él en busca de ayuda y no hubiera sido atendida. Después de la Virgen es, sin duda, el santo más importante y el más recurrido en la piedad cristiana. El Papa Francisco, nos escribió el año 2021 una preciosa carta sobre San José, titulada Patris corde, esto es Con corazón de Padre, que merece la pena leer y meditar muchas veces. Aquí puedes encontrarla. Ya en la introducción nos dice: “Después de María, Madre de Dios, ningún santo ocupa tanto espacio en el Magisterio pontificio como José, su esposo. Mis predecesores han profundizado en el mensaje contenido en los pocos datos transmitidos por los Evangelios para destacar su papel central en la historia de la salvación: el beato Pío IX lo declaró «Patrono de la Iglesia Católica», el venerable Pío XII lo presentó como “Patrono de los trabajadores” y san Juan Pablo II como «Custodio del Redentor». El pueblo lo invoca como «Patrono de la buena muerte».
    En consecuencia, por la misión que tuvo en la vida de Jesucristo, y, por supuesto, por su santidad de vida, es el modelo y ejemplo perfecto para todos: esposos, padres, jóvenes, trabajadores, que no solo podemos verlo y tratarlo como amigo, sino como Padre y Señor, para todos los cristianos, que a él acuden y de él aprenden.

    Aunque a la sombra de San José, queremos destacar también en este día, 19/III, al Beato Marcelo Callo, martír (1921-1945). Fue beatificado por San Juan Pablo II el 4/X/1987. El santoral lo elogia con estas palabras: “En Mauthausen, en Austria, beato Marcelo Callo, mártir, joven oriundo de la región francesa de Rennes, que en tiempo de guerra fue encarcelado en ese campo de concentración, donde con cristiano ardor confortaba en la fe a los compañeros de cautiverio agotados por los duros trabajos, motivo por el cual se le hizo morir en ese lugar de exterminio”.


    Por último, destacamos también, el viernes, 23/III, al Beato Alvaro del Portillo Diez de Sollano, (1941-1994), Obispo, primer sucesor del fundador del Opus Dei, San José María Escrivá. Fue beatificado por el Papa Francisco el 27/X/2014. Ceremonia realizada en Madrid. Con este motivo, el papa envió una carta-mensaje a todos los asistentes, que merece la pena conocer, y que encontrarás en este enlace.

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AGENDA PASTORAL

    Nos encontramos ya en la semana previa a la Semana Santa. La Cuaresma sigue orientándonos con las diversas celebraciones y el magisterio adecuado desde el Miércoles de Ceniza, que nos invitaba a intensificar en este tiempo nuestra conversión, o actitud permanente de mayor oración -personal y comunitaria-, más exigente penitencia y acogida del perdón de Dios en la Confesión. En definitiva, mayor exigencia en vida interior o espiritual, para foguear nuestro corazón con el amor y la misericordia del Señor, que haga posible la rectitud de vida en la familia, en el trabajo y en la vida social, que genere en todo momento el afán por hacer el bien a los demás siempre y en todo y a ser apóstoles de Jesucristo en nuestra sociedad. Debo preguntarme si lo estoy cumpliendo, o tengo que rectificar y empezar de nuevo, en concreto: mejorar la vida de oración, la lectura y meditación de la Pasión y Muerte de Cristo (Via crucis), hacer una buena Confesión, y participar con más frecuencia y piedad a la Eucaristía.
    Las novenas y triduos, que estos días abundan en las parroquias, pueden ser una buena ayuda. En nuestra parroquia la Novena al Nazareno, que empezamos el sábado, día 23/III.
    También tenemos la celebración de la Fiesta de San José, que no debe obviarse, aunque este año es día laborable. A San José encomendamos todas las familias, así como a los sacerdotes y en concreto las vocaciones sacerdotales. ¡Qué San José ayude a niños, jóvenes y mayores a acoger la voluntad de Dios en sus vidas!


 VIDA CRISTIANA EN EL SIGLO XXI

   Este es cartel de la Semana Santa, 2024, de nuestra Parroquia, para que vayamos haciendo planes para unos días muy importantes en la celebración de nuestra fe y de nuestra vida cristiana; y por tanto para organizarse en el tiempo y en las posibilidades de participar en estas celebraciones. Lo primero en las Eucaristías, y en la Confesión cuaresmal; y en segundo lugar, en los preciosas procesiones, que son celebraciones de fe y de catequesis cristiana, a la vez que son manifestaciones culturales y artísticas, por la belleza de las imágenes, la música que las acompaña, y el ambiente de piedad y de hermandad que se palpa en su trascurso por las calles.







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