viernes, 28 de marzo de 2025

Altavoz Parroquial: 30/III/2025

 IV DOMINGO CUARESMA – C

Evangelio de la Misa: Lc 15,1-3.11-32

Como el Hijo Pródig
o
    Sin duda la parábola del hijo pródigo merece ser meditada en cualquier época del año, pues su mensaje siempre es vivo y actual, oportuno y necesario. Pero en Cuaresma tiene una resonancia mayor y muy acorde con el tiempo litúrgico cuaresmal: tiempo de conversión, de penitencia, de confesión y de perdón de los pecados, de rectificación y de comunión con el Padre en la casa y mesa paterna.
    La Pascua del Señor, Muerte y Resurrección de Cristo, nos pone inevitablemente ante esta alternativa: o conversión o pecado; o camino hacia Dios o derroteros hacia el mal y la infelicidad; o entrada en la casa de Dios y aceptación de su gracia y de su amor o vida perdida en el dolor y la desesperación; en palabras del evangelista: “en querer mantenerme con las migajas que desechan los cerdos, o disfrutar de la mesa en el banquete familiar”.

   
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    “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”.

    Una vez más traemos a la oración, o charla contigo, Señor,
la maravillosa y encantadora parábola del Hijo Pródigo.
Desde que nos invitaste a la Confesión y Comunión por primera vez,
siendo niños, la hemos leído y meditado muchas veces, y siempre encontramos
nuevos enfoques, exigencias actualizadas, llamadas puntuales a la conversión,
al perdón, a la santidad. ¡Gracias, Señor, por estas enseñanzas!

    Tanto el hijo menor, el Pródigo, como el mayor, nos representan muchas veces,
por eso queremos aprender de ambos para sincerarnos con nuestra debilidad
y nuestros pecados, nuestra pereza y egoísmo, nuestra sensualidad y soberbia.
Que nunca, Señor, nos falte la sinceridad para reconocer nuestros pecados,
mortales y veniales, y también nuestras imperfecciones y tibieza, para que,
reconociéndolas, pidamos perdón por la Confesión frecuente.

    Pero también te pedimos la sinceridad para palpar y sentir la desgracia
y el horror del pecado y de la ofensa a Ti, y, en consecuencia
de la infelicidad y el sufrimiento que el mal y el pecado causan en el alma.
¡No queremos, Señor, sufrir tontamente, y arrastrarnos
por el campo del hambre, la miseria y la “guarda de cerdos”.


    Queremos, no solo tenerte cerca, sino gozar y disfrutar de tu amor de padre,
de tu abrazo misericordioso, de tu casa desbordante de bienestar,
de tu mesa repleta de manjares y alegrías, de tu familia numerosa
en hijos de Dios, que se aman y son felices conviviendo como buenos hijos.

    Sé que nos esperas cada día en la oración personal y en el trabajo ordinario
hecho con amor y por amor; y además con los brazos abiertos nos esperas
en la Confesión frecuente, y con la mesa puesta cada día en la Eucaristía
para gozar contigo y alimentarnos con tu Palabra y con tu Cuerpo eucarístico.
Que sepamos corresponder a tanto amor, y podamos gozar y ser felices
con tu gracia, tu perdón y tu amor de Padre bueno y misericordioso.
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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (30/III/2025)
    
    (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

Un buen amigo para tiempos recios
    Esta semana destacamos solamente la celebración el sábado, 5/III, de San Vicente Ferrer (1350-1419), sacerdote de la Orden de Predicadores, dominicos.
Nace en Valencia, España, en una familia muy cristiana, donde con facilidad surgió la vocación religiosa y el deseo de predicar y servir a la Iglesia, en unos momentos difíciles, por la desunión y enfrentamiento entre los cristianos, motivada por el Cisma de Aviñón. Triste página de la Historia de la Iglesia, pero en la que él trabajó y colaboró con su ejemplo y su predicación por toda Europa, para que las aguas volvieran a su cauce, y reinara en la Iglesia la paz y la unidad. Buen ejemplo y mejor maestro a considerar, y a encomendarnos en estos momentos de la Iglesia. Su amistad la tenemos garantizada.


Todos llamados a la santidad
    Por otra parte, contemplando a los santos merece la pena considerar con frecuencia la llamada a la santidad, que Dios nos hace a todos los bautizados. Y recordando, una vez más la Exhortación del Papa Francisco, Alegraos y regocijaos (Gaudete et exsultate) recordamos hoy estas breves frases de este documento, que debe ser como una guía siempre a mano para empeñarnos en lo más importante para cada uno y para la Iglesia: “La santidad es el rostro más bello de la Iglesia”. Y también: El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada”.

San Josemaría, Maestro de santidad

    Proponemos hoy una ayuda práctica para concienciarnos de la necesidad de ser santos, y para utilizar como andadera que facilite nuestra santidad. Para ello nos fijamos y aprendemos de San Josemaría Escrivá de Balaguer, del que recordamos y celebramos el centenario de su Ordenación Sacerdotal. El 28 de marzo de 1925, san Josemaría se ordenó sacerdote. Cincuenta años después, el 26 de junio de 1975, concluyó su vida terrena. Para celebrar este periodo, te invitamos a participar en un desafío: el San Josemaría Challenge.

¿En qué consiste? Del 28 de marzo al 26 de Junio, casi 100 días para conocer más a San Josemaría y crecer en tu vida interior. ¡Súmate a este desafío de 13 semanas! 
Cada semana te propondremos en este enlace: https://opusdei.org/es/article/san-josemaria-challenge-semana-1/
    - Una breve lectura de san Josemaría.
    - Un desafío concreto para aplicar en la vida diaria.
    - Tres preguntas de reflexión para que te hagas cada día por la mañana, en tu oración personal y en el examen de conciencia de la noche.
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AGENDA PASTORAL

    Seguimos avanzando en la Cuaresma, vamos por la cuarta semana, con el domingo Laetare, que nos invita a la alegría y la satisfacción en este peregrinaje cuaresmal, para no cejar en nuestro empeño por la conversión del corazón, y al mismo tiempo manteniendo el recuerdo del miércoles, día 5/II, cuando recibíamos la ceniza durante la celebración de la Santa Misa con lo que comenzábamos la Cuaresma. La ceniza sobre nuestras cabezas nos recordaba que “somos polvo y al polvo volveremos” y por tanto que no olvidemos “arrepentirnos y creer en el Evangelio”. 
    Es la oración como encuentro puntual, frecuente, incluso diríamos habitual, con Cristo -pues San Pablo nos dice: “ya comáis ya bebáis, hacedlo todo para gloria de Dios”- lo que más encauza y favorece la conversión o santidad cristiana. Por eso debemos “practicarla” habitualmente, y con más asiduidad en la Cuaresma. Ella nos ha llevará a que nuestro trabajo de cada día y todas las obras de cada momento más fácilmente las podamos santificar, convirtiéndolas en oración y mejor servicio a los demás.


    Y junto a la oración, tenemos la mortificación o penitencia que es como “la oración de los sentidos”. Oración y mortificación o penitencia, que nos llevan necesariamente a reconocernos, como humanos, necesitados de hacer penitencia por nuestros pecados y por nuestra poca correspondencia a las gracias del Señor. Serán pequeñas faltas, superficialidad, conformarnos con la mediocridad, no ser malos, pero tampoco esforzarnos por ser siempre buenos y generosos con los demás y tampoco con Dios. Pues de eso debemos arrepentirnos también, y llevarlo a la Confesión, para encontrar mayor paz, alegría e ilusión por convertirnos en “atletas de la santidad”. Por eso es bueno confesarse con frecuencia, y sobre todo en Cuaresma. Si nos cuesta reconocer que somos pecadores, no olvidemos que “más grandes que nuestros pecados, es la misericordia del Señor”.
    En la Parroquia, todos los días, una hora antes de la Misa de la tarde, es tiempo de confesiones, y en otros pueblos también los domingos antes de la Santa Misa. Y por supuesto tienen especial preferencia los enfermos, que pueden pedir la Confesión y Comunión siempre que lo deseen, así como recibir la visita del sacerdote en cualquier día.
    Además, esta semana concurre el día 3/IV, el JUEVES EUCARÍSTICO, en el que, como todos los meses, de 17 a 20,30 h. estará expuesto el Santísimo para nuestra adoración y oración personal y comunitaria. También habrá la posibilidad de confesarse.
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
    (Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).

    La santidad cristiana y el apostolado corresponde a todo cristiano, y se puede manifestar en las situaciones más variadas y complejas, así como podemos encontrarle y ser más conscientes de su presencia en nosotros, y de su amor, en todas las circunstancias en que pueda discurrir nuestra vida. A los ejemplos nos remitimos para admirarnos y aprender a encontrar a Dios en nuestra vida de cada día, y a darlo a conocer en todo momento y circunstancia de nuestro existir.

    El Espíritu de Jesús se nos hace presente y operante en todas la vidas si nos ponemos a su disposición. Así lo demuestra este familia en este artículo: "El Camino Neocatecumenal hace sanar a dos almas heridas, y las une en misión: Sanó nuestras heridas"

    Otros testimonios muy aleccionadores, en este enlace: "Luis C. Lagos dirige "Más cinco". Cuando Dios entra en nuestra vida , cambia el miedo por el amor"

    Más ejemplos de cristianos que el encuentro con Cristo los encamina por sendas de entrega, generosidad y suma alegría. Aquí puedes descubrirlo: "En futbolista, una ingeniera viuda y un médico cirujano dejaron todo para consagrar su vida a Cristo"


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viernes, 21 de marzo de 2025

Altavoz Parroquial: 23/III/2025

III DOMINGO CUARESMA – C

Evangelio de la Misa: Lc 13,1-9

Responsabilidad personal

    Hoy se podría leer en la Santa Misa, como todos los años el evangelio de la Samaritana, pues tal es la importancia que este pasaje tiene, especialmente en la Cuaresma.
    No obstante, consideramos el propio evangelio de este día, que también se acomoda perfectamente al tiempo cuaresmal, pues ayuda a vivir y profundizar en la Conversión personal, que se debe intensificar en este tiempo litúrgico, preparatorio de la Semana Santa, y más concretamente de la celebración de la Pascua de Resurrección de Jesús. En la misma dirección están orientadas todas las lecturas de la Misa.

       
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    Jesús respondió: “¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores 
que los demás galileos porque han padecido esto? Os digo que no; 
y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo”.

    Metidos de lleno en la Cuaresma, Señor, sigues clamándonos
por la conversión del corazón y de la vida práctica.
¡Gracias por estas llamadas de atención que nos haces!
Que de verdad las oigamos y las meditemos
y las tengamos en cuenta en nuestras obras.

    También, Señor, resultan muy oportunas para nosotros
las advertencias hechas a los que criticaban a algunos galileos
por el modo como ofrecían los sacrificios en el templo.

    La soberbia, que nos acompaña siempre, nos domina y nos lleva
a juzgar ligeramente o a criticar con dureza a los que parecen
no tener fe, o viven alegremente sin exigirse en piedad y caridad,
o parecen tener poca profesionalidad o seriedad en la vida.
Incluso, a veces, nos creemos mejores que ellos porque cumplimos
algunos deberes religiosos y hacemos algunas obras de caridad
o mantenemos las formas externas de vida y convivencia social.












    Que seamos, Señor, humildes y sinceros, para escucharte y entenderte.
Que nunca olvidemos tus palabras admonitorias:
“Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera”.
Con claridad y urgencia, Señor, nos invitas a la verdadera conversión
del corazón y de la vida. ¡Gracias, Señor, por estas llamadas!
Queremos, Señor, ser viña fecunda, 
o mejor, queremos cultivar nuestra viña personal.
Comprendemos tu amor al darnos la vida
cuidándola con tantos talentos como estamos recibiendo de Ti:
la salud o la enfermedad, la familia y los amigos, el tiempo de trabajar,
de convivir, de divertirnos y de ayudar a los demás;
además de tantos bienes materiales y sociales.

    Esperas, Señor, que seamos nosotros quienes personalmente 
los cultivemos, los trabajemos, los aprovechemos. 
Ayúdanos a ser verdaderamente responsables
de todo ello y por tanto que nunca cejemos en nuestro afán
por la santidad personal y por el apostolado.
Te prometemos, Señor, avanzar en esta responsabilidad durante esta Cuaresma.

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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (23/III/2025)
    (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

Obispos ejemplares
    Nos fijamos esta semana en dos obispos ejemplares y ambos merecedores de nuestro cariño y admiración, de su imitación y protección. Distantes en cuatro siglos, pero ambos maestros de bondad y entrega a su ministerio de servicio a la Iglesia y defensa de los derechos humanos.

    En primer lugar, celebramos el domingo, 23/III, a Santo Toribio de Mogrovejo, obispo de Lima (1538-1606), español, nacido en Mayorga, entonces provincia de León. Pronto destacó por sus cualidades intelectuales, y por su bondad al servicio de todos. Aún todavía laico, Felipe II le propone como obispo de Lima, donde abundaban los desórdenes de todo tipo, eclesiales y sociales. Después de prepararse convenientemente se dirige a Lima, donde pronto se hace con las riendas de la situación y trabaja denodadamente como obispo para arreglar los múltiples problemas, y sobre todo para forjar cristianos cabales e instituciones sociales y eclesiales que promocionan a las gentes y les acerquen a Dios. Hubo de soportar muchas dificultades y contrariedades, pero él con su bondad y entusiasmo, con trabajo y servicio, y al mismo tiempo con fe en la Providencia consiguió lo que parecía imposible. San Juan Pablo II en 1983 lo nombra Patrono del Episcopado latinoamericano.


    También el lunes, 24/III, celebramos a otro obispo más cercano a nosotros, del que muchos recordamos todavía su labor eclesial y social en su país, y por tanto en la Iglesia. Es San Oscar Arnulfo Romero Galdámez (1917-1980) arzobispo de San Salvador, capital de El Salvador, llamado popularmente “padre de los pobres”. Con una historia digna de los grandes apóstoles, y una muerte merecedora del reconocimiento como mártir de la Iglesia por defender su fe y a su gente maltratada y oprimida por intereses económicos y políticos. Realmente fue asesinado por odio a la fe, que él vivía con autenticidad, mientras celebraba la Santa Misa. Fue beatificado por el papa Francisco el 23/V/2015, y reconocido como santo el 14/X/2018.

    Dos obispos de diversos siglos, que brillan con luz propia en la historia, y que son merecedores de nuestra amistad y cariño, y de tenerlos como guías e intercesores en nuestra vida.

Santidad en la vida ordinaria
    Otro ejemplo de santidad celebramos el domingo, 23/III. Es el Beato Álvaro del Portillo Diez de Sollano, obispo, prelado del Opus Dei, primer sucesor del santo fundador Josemaría Escrivá de Balaguer. Nació en Madrid, España, el 11/III/1914, y murió en Roma, Italia, en 1994.
    Como hagiografía transcribimos algunos párrafos de la carta pública que dirigió SS el papa Francisco al prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, con motivo de su beatificación, y que resume muy bien los motivos de la proclamación del beato, y las razones por las que puede ser un amigo ejemplar, un maestro sabio y un padre cariñoso y cercano, por lo que merece la pena tratarle, quererle y acogerse a su protección.
    Querido hermano: La beatificación del siervo de Dios Álvaro del Portillo, colaborador fiel y primer sucesor de san Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei, representa un momento de especial alegría para todos los fieles de esa Prelatura, así como también para ti, que durante tanto tiempo fuiste testigo de su amor a Dios y a los demás, de su fidelidad a la Iglesia y a su vocación. También yo deseo unirme a vuestra alegría y dar gracias a Dios que embellece el rostro de la Iglesia con la santidad de sus hijos.
    Su beatificación tendrá lugar en Madrid, la ciudad en la que nació y en la que transcurrió su infancia y juventud, con una existencia forjada en la sencillez de la vida familiar, en la amistad y el servicio a los demás, como cuando iba a los barrios para ayudar en la formación humana y cristiana de tantas personas necesitadas. Y allí tuvo lugar sobre todo el acontecimiento que selló definitivamente el rumbo de su vida: el encuentro con san Josemaría Escrivá, de quien aprendió a enamorarse cada día más de Cristo. Sí, enamorarse de Cristo. Éste es el camino de santidad

que ha de recorrer todo cristiano: dejarse amar por el Señor, abrir el corazón a su amor y permitir que sea él el que guíe nuestra vida.

    Me gusta recordar la jaculatoria que el siervo de Dios solía repetir con frecuencia, especialmente en las celebraciones y aniversarios personales: «¡gracias, perdón, ayúdame más!». Son palabras que nos acercan a la realidad de su vida interior y su trato con el Señor, y que pueden ayudarnos también a nosotros a dar un nuevo impulso a nuestra propia vida cristiana… … ... ...
    ¡Gracias, perdón, ayúdame! En estas palabras se expresa la tensión de una existencia centrada en Dios. De alguien que ha sido tocado por el Amor más grande y vive totalmente de ese amor. De alguien que, aun experimentando sus flaquezas y límites humanos, confía en la misericordia del Señor y quiere que todos los hombres, sus hermanos, la experimenten también.
    Querido hermano, el beato Álvaro del Portillo nos envía un mensaje muy claro, nos dice que nos fiemos del Señor, que él es nuestro hermano, nuestro amigo que nunca nos defrauda y que siempre está a nuestro lado. Nos anima a no tener miedo de ir a contracorriente y de sufrir por anunciar el Evangelio. Nos enseña además que en la sencillez y cotidianidad de nuestra vida podemos encontrar un camino seguro de santidad. (La carta completa se puede leer en este enlace).
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AGENDA PASTORAL

    Seguimos recordando el miércoles, día 5/II, cuando recibíamos la ceniza durante la celebración de la Santa Misa con lo que comenzábamos la Cuaresma. La ceniza sobre nuestras cabezas nos recordaba que “somos polvo y al polvo volveremos” y por tanto que no olvidemos “arrepentirnos y creer en el Evangelio”. Es la oración como encuentro puntual, frecuente, incluso diríamos habitual, con Cristo -pues San Pablo nos dice: “ya comáis ya bebáis, hacedlo todo para gloria de Dios”- lo que más encauza y favorece la conversión o santidad cristiana. Por eso debemos “practicarla” habitualmente, y con más asiduidad en la Cuaresma.

   
     Y junto a la oración, tenemos la mortificación o penitencia que es como “la oración de los sentidos”. Oración y mortificación o penitencia, que nos llevan necesariamente a reconocernos, como humanos, necesitados de hacer penitencia por nuestros pecados y por nuestra poca correspondencia a las gracias del Señor. Serán pequeñas faltas, superficialidad, conformarnos con la mediocridad, no ser malos, pero tampoco esforzarnos por ser siempre buenos y generosos con los demás y tampoco con Dios. Pues de eso debemos arrepentirnos también, y llevarlo a la Confesión, para encontrar mayor paz, alegría e ilusión por convertirnos en “atletas de la santidad”.
Por eso es bueno confesarse con frecuencia, y sobre todo en Cuaresma
. En la Parroquia, todos los días, una hora antes de la Misa de la tarde, es tiempo de confesiones, y en otros pueblos también los domingos antes de la Santa Misa. Y por supuesto tienen especial preferencia los enfermos, que pueden pedir la Confesión y Comunión siempre que lo deseen, así como recibir la visita del sacerdote en cualquier día.


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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
    (Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).

    En primer lugar abundamos en la vida de los cristianos en estos momentos que vivimos, y en concreto en la Cuaresma, que deseamos sea un tiempo de conversión, pero con la alegría y la paz que esa vivencia proporciona. Ofrecemos un articulo que puede ayudar, titulado "Vivir con sencillez la Cuaresma: cinco aspectos para centrarse en lo que realmente es importante".


    Así comienza el artículo:
    La vida, sobre todo en el mundo que vivimos actualmente, es en muchas ocasiones compleja. Prisas, mucho trabajo, poco tiempo para poder dedicar a los demás, atascos… Y esto vale para padres de familia, jóvenes o personas mayores.
    Muchos anhelan la simplicidad, y en cierto modo Dios se manifiesta en los sencillos y en lo sencillo. La Cuaresma es un excelente momento para que cada uno examine su propia vida, evaluar nuestras prioridades y analizar cómo estamos gastando nuestro tiempo.
    Sam Guzmám, editor de The Catholic Gentleman, habla de algunos elementos que ha aprendido en sus luchas para simplificar y acabar contra el caos de la vida, siendo totalmente aplicables para esta Cuaresma, un momento idóneo para esta reflexión: para ello: 1º Priorizar, 2º Reduce el consumo, 3º Vivir el momento, (el único momento que Dios da, es el presente), 4º Practica la gratitud, 5º Reza.
    Sin duda, excelentes consejos a tener en cuenta, y que puedes entender mejor en este enlace. 
    Como ejemplos a considerar, destacamos la noticia: Cincuenta adultos se preparan para ser bautizados en Valencia, que aquí puedes ver.













viernes, 14 de marzo de 2025

Actualidad Parroquial: 16/III/2025

 II DOMINGO CUARESMA – C

Evangelio de la Misa: Lc 9,28-36

Bajar del monte

    Los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) nos transmiten este suceso de la Transfiguración: Jesús, que se transforma y se muestra con todo el poder divino y celestial ante tres apóstoles, Pedro, Santiago y Juan, y resplandeciente de gloria y luminosidad, les abre el corazón 
para que le vean como Dios y puedan sentir la alegría del cielo.
    Este suceso debió grabárseles tan profundamente a aquellos apóstoles, que como no pudieron cumplir su deseo de permanecer para siempre allí, de momento guardaron silencio, pero luego lo comunicaron a todos como indica el que los tres sinópticos lo narren con todo detalle.

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    Y una voz desde la nube decía: “Este es mi Hijo, el elegido, escuchadlo”. Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

    ¡Que grandioso espectáculo nos ofreces, Señor, en este párrafo evangélico!
Se entiende que los evangelistas lo narren con tanto detalle.
También nosotros queremos colocarnos en ese lugar, en esa montaña,
para estar más cerca de Ti, y no solo escucharte, sino también “sentirte”
como Dios, como Amigo, como Padre, como Maestro, y gozar
de tu presencia divina en nuestro corazón, y del amor de Dios alimentando
los mejores sentimientos y deseos de bondad, santidad y caridad.

    Fue en la oración cuando ocurrió tu Transfiguración.
¡Buena lección para nuestra vida!
Por eso te pedimos, Señor, que nunca olvidemos el trato habitual contigo,
y para eso, que jamás abandonemos la oración personal, individual;
y que en la comunitaria o litúrgica procuremos el trato íntimo, confiado,
vivo y correspondido en propósitos sinceros, valientes y generosos.

    A veces, nos sentimos fríos, insensibles, 
sin ideas ni entusiasmo cuando rezamos,
o cuando Tu nos invitas a la oración personal o litúrgica.
Por eso te pedimos ahora la fe suficiente y el sentido cristiano oportuno
para no dejarnos llevar del sentimiento momentáneo, 
y sigamos mirando a la meta u objetivo de nuestra vida 
que es amarte, buscar tu gloria y alabarte.


    Sin duda la mayoría de las veces sentimos la satisfacción de estar aquí,
rezando, hablando contigo, contándote nuestras cosas, penas y alegrías,
éxitos y fracasos, trabajos y proyectos futuros.
¡Gracias, Señor, por esta satisfacción personal y porque siempre salimos
de la oración más animados a querer a todos y más urgidos y comprometidos
a ayudarles, a comprenderles y perdonarles, y a convivir en paz con todos.

    Y por eso, no queremos quedarnos en la “choza” de esta alegría puntual
y pasajera, sino que deseamos “bajar” al mundo de la vida diaria,
del trabajo y de la convivencia, para que con nuestra alegría y testimonio
hagamos partícipes a todos de tu divinidad y tu presencia en nosotros.
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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (16/III/2025)

    (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

    San José, más que amigo, Padre y Señor
    El miércoles, 19 de marzo, es una fiesta muy importante en el pueblo cristiano, pues celebramos a San José, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús, que para nosotros es no solo un amigo, sino también nuestro Padre y Señor, a quien no solo veneramos, sino que le mantenemos en el más cariñoso recuerdo y veneración. Así le han tratado y honrado todos los cristianos a lo largo de los siglos, y así le seguimos considerando nosotros. Después de María es el santo más grande y el más socorrido. Tanto su vida ordinaria como vecino en su aldea, como padre y como esposo, y en su misión a realizar con María y Jesús, le hacen el mejor modelo para nosotros y el más seguro intercesor. Sin duda, su vida es muy conocida por todos, pero conviene recordarla y llevarla a la oración con frecuencia tanto para imitarle como para sentirnos más seguros de su intercesión y ayuda en todos los momentos. La consideración de los Dolores y Gozos de San José, que estamos considerando estos siete domingos previos a su fiesta, es un buen recurso para conocerle mejor y para intimar más con Él. La historia de la Iglesia está llena de historias de devoción y protección del Santo Patriarca con los cristianos, que invitamos a repasar siguiendo la vida de los santos, pues todos le han tenido una gran devoción. Actualmente tenemos el ejemplo del Papa Francisco que cada noche, bajo una imagen de San José dormido, que tiene en su dormitorio, le coloca la lista de peticiones que lleva en su corazón y los problemas que más le urgen. Y así duerme muy tranquilo.
 
   
Como puede ayudarnos a “foguear” nuestra devoción a San José, nuestro Padre y Señor, miramos a la actualidad. En breve saldrá una película polaca, un poco romántica basada en un hecho real, titulada El Guardian, “bajo la protección de San José”, y que en Hispanoamérica la titulan “San José protector de la familia”. 
(Una crítica a esta película puedes verla en este artículo: "El milagro de San José y los sacerdotes salvados del campo nazi de Dachau", que encontrarás en este enlace. Y también en: "El Guardian: un matrimonio a pique..., y entonces entró San José", en este otro enlace).
    Terminamos como empezamos: San José no solo es un gran Amigo, sino también el mejor Padre y Señor. 

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AGENDA PASTORAL

    El miércoles, día 5/II, recibíamos la ceniza durante la celebración de la Santa Misa con lo que comenzábamos la Cuaresma. La ceniza sobre nuestras cabezas nos recordaba que “somos polvo y al polvo volveremos” y por tanto que no olvidemos “arrepentirnos y creer en el Evangelio”. Es la oración como encuentro puntual, frecuente, incluso diríamos habitual, con Cristo -pues San Pablo nos dice: “ya comáis ya bebáis, hacedlo todo para gloria de Dios”- lo que más encauza y favorece la conversión o santidad cristiana. Por eso debemos “practicarla” habitualmente, y con más asiduidad en la Cuaresma.
    Y junto a la oración, tenemos la mortificación o penitencia que es como “la oración de los sentidos”. Por nuestra condición humana, es muy necesario ser mortificados, tanto en las incomodidades o dificultades que nos exige el propio deber profesional y social, como con las mortificaciones que debemos hacer por propia voluntad para mantenernos más agiles y disponibles para vivir como humanos y sociables. 


    La Iglesia en Cuaresma nos propone la abstinencia de comer carne los viernes, y ayunar el Miércoles de ceniza y el Viernes Santo. Realmente es tan poco lo que se nos pide, que fácilmente podemos obviarlo, pero es muy conveniente cumplirlo, pues es como un recuerdo de la necesidad de practicar habitualmente las penitencias que nos fortalecen, nos acercan a nuestros hermanos, y nos hacen merecedores del perdón de nuestros pecados, y sobre todo que nos facilitan acudir a la Confesión sacramental para encontramos con los brazos abiertos de nuestro Padre, Dios, que nos perdona, nos da la paz, nos ayuda a mirar el futuro con más seguridad, alegría y confianza. Y aquí es donde entra nuestra generosidad para hacer habitualmente muchas pequeñas mortificaciones, que a nosotros nos mejoren y hagan la vida más feliz a los demás, y por supuesto que agraden a Dios, nuestro Padre. Son muchas las pequeñas mortificaciones que podemos hacer en nuestra vida ordinaria, y también tan modernas como beneficiosas, por ejemplo, abstenerse en muchos momentos del día del móvil, y ser más atentos y serviciales con todos los que nos rodean en cada momento. (Este artículo puede ayudarte: "Diez formas de practicar un ayuno diferente durante la Cuaresma: más allá de la comida o el móvil". Aquí puedes leerlo). 
    La pastoral parroquial, gira en estos días en torno a estas prácticas cuaresmales, favoreciendo la oración y lectura de la Palabra de Dios, y la recepción del sacramento de la confesión, así como la responsabilidad en la vida ordinaria y de trabajo, y la caridad en la vida familiar y social.
    Los viernes se propicia la oración con el Viacrucis por la tarde en la Iglesia, y todos los días una hora antes de la Santa Misa siempre hay posibilidad de recibir el Sacramento de la Confesión.
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
    
    (Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).

    Esta semana nos fijamos en dos actores que son católicos y pretenden actuar siempre como tales. 
    Mark Wahlberg: "Nadie está más allá de la redención esta Cuaresma 2025". (Aquí).
    Chris Pratt: "El actor católico Chris Pratt trata de cumplir su promesa de darlo todo a Dios". (Aquí).
        Y por último, presentamos este testimonio, tan emocionante como motivador: el muchacho Pedro de veintitrés años que muere en un accidente de moto, y hacía diez días que había ingresado en el Seminario de Barcelona. Sus compañeros, familiares y conocidos lo recuerdan así en el vídeo titulado "El sí de Marcos".









viernes, 7 de marzo de 2025

Altavoz Parroquial: 9/III/2025

 I DOMINGO CUARESMA – C

Evangelio de la Misa: Lc 4,1-13

Tentaciones humanas

    Comienza la Cuaresma, y como todos los años, se inicia contemplando a Cristo en oración y penitencia por el desierto, y así preparándose para los inmediatos días de predicación pública por los pueblos y aldeas de Palestina.
    También se presenta Cristo tentado por el demonio, pero destacando su actitud valiente y decidida en el rechazo de las tentaciones, por cierto, muy bien escogidas como paradigma de las principales tentaciones que sentimos las personas de todos los tiempos, también ahora: la soberbia, la avaricia y la sensualidad.

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    Jesús lleno del Espíritu Santo volvió del Jordán, y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre.

    En primer lugar, queremos presentarte, Señor, nuestros mejores propósitos
para esta Cuaresma: profundizar en nuestra conversión cristiana rezando más,
leyendo y meditando tu Palabra escrita en la Biblia, confesándonos con frecuencia,
comulgando cada día, y practicando la caridad con personas concretas.

    ¡Hay tantos necesitados: enfermos y pobres,
víctimas de los pecados humanos y de las catástrofes naturales!
En ellos escuchamos tu voz, que nos habla, y sentimos tu mano que nos pide
más piedad, más santidad, más generosidad, más austeridad y penitencia.
Ayúdanos, Señor, a vivir este tiempo de gracia, que es la Cuaresma,
con el espíritu que la Iglesia, nuestra Santa Madre, nos propone,
y que, con humildad y valentía, te escuchemos en la oración y te respondamos
en la vida diaria de trabajo, convivencia, apostolado, penitencia y caridad.

¡Qué gran lección nos das con las tentaciones, que permitiste al demonio!
En primer lugar, con tu actitud valiente y sincera, radical y optimista,
nos adviertes lo que nosotros hemos de hacer, si queremos vivir en paz 

y felices, y si deseamos crecer en santidad y eficacia apostólica.
¡Al enemigo ninguna concesión! (¡Ni agua!, decimos vulgarmente).
Queremos hacer siempre nuestros estos consejos: 
“Vuelve las espaldas al infame cuando susurre en tus oídos
¿para qué complicarte la vida?”. (Cam. 6); y aquellas otras del mismo autor: 
“No tengas la cobardía de sentirte ´valiente´: ¡huye!”. (Cam. 132).


    Por otra parte, Señor, nos abres un maravilloso libro de antropología y moral.
Nos enseñas cuáles son las principales pasiones humanas,
sobre las que tenemos que estar advertidos para encauzarlas bien,
y no caer en las redes de su tiranía, y por tanto del vicio y del pecado.

    Ciertamente la sensualidad humana nos arrastra a la impureza,
al placer corporal desbordado. También la soberbia nos invita muchas veces
a adorarnos a nosotros mismos, o al “becerro de oro”, en vez de a Ti;
la avaricia nos lleva a pensar solo en nosotros y a olvidarnos, 
o despreciar a los demás. Que aprovechemos tus palabras 
para rechazar nosotros también al demonio cuando nos tiente.
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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (9/III/2025)

    (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

Los santos de la puerta de al lado
    Así ha llamado el Papa Francisco a tantos buenos cristianos, que hay en muchos lugares y viviendo en las más diversas circunstancias sociales y familiares, y que también encontramos en nuestro entorno, pues su bondad, generosidad y buen ejemplo, son notorias. Merece la pena sentirse arropados siempre por el buen ejemplo de esas personas, y considerarlas como amigas o personas de confianza.
    Así se expresaba el Papa en la Exhortación apostólica, titulada Gaudete et exsultate, es decir Alegraos y regocijaos:

    6. No pensemos solo en los ya beatificados o canonizados. El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque «fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente»[3]. El Señor, en la historia de la salvación, ha salvado a un pueblo. No existe identidad plena sin pertenencia a un pueblo. Por eso nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad humana: Dios quiso entrar en una dinámica popular, en la dinámica de un pueblo.


    7. Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad»[4].
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AGENDA PASTORAL

    El miércoles pasado recibíamos la ceniza durante la celebración de la Santa Misa con lo que comenzábamos la Cuaresma. La ceniza sobre nuestras cabezas nos recordaba que “somos polvo y al polvo volveremos” y por tanto que no olvidemos “arrepentirnos y creer en el Evangelio”. Es por tanto la Cuaresma un tiempo de aprovechar para prepararnos a la gran celebración pascual de Jesús, su Muerte en la Cruz por nuestros pecados y su Resurrección para nuestra salvación. Ello nos replantea nuestro afán de santidad, de vida en unión con Cristo y de apostolado y testimonio cristiano en nuestra vida ordinaria en el trabajo de cada día y en la vida social y familiar, tratando de mejorar las prácticas de caridad, oración y mortificación, con el consiguiente reconocimiento de nuestros errores y pecados, y por tanto acercándonos con más frecuencia al Sacramento del Perdón, de la Reconciliación y de la Paz, la Confesión sacramental.


    Entre las prácticas más aconsejables para vivir bien y gozosamente la Cuaresma se nos recuerda intensificar la oración, la limosna y el ayuno o penitencia; que como decíamos la semana pasada en realidad se pueden considerar como “terapias actuales para una vida sana”.

    En concreto, en nuestro plan de vida no puede faltar la oración diaria, un rato de oración contemplando a Jesús como Maestro enseñando, y como Redentor muriendo en la Cruz y luego resucitando. El Viacrucis es un buen recurso de oración personal, que cada viernes rezamos en la Parroquia. Además, contamos con muchos recursos en libros y páginas de Internet. Y sobre todo cuidar el espíritu de oración que nos lleva a tratar y hablar con Dios a lo largo del día mientras trabajamos o descansamos, cuando viajamos o compartimos el trato con los demás. Pequeñas oraciones, o jaculatorias, nos saldrán del corazón cuando de verdad queremos hacer las cosas en amor a Dios y bajo su mirada. Buen momento es la Cuaresma para empezar, o para mejorar si ya lo estamos haciendo- este espíritu de oración personal, que tanto nos puede ayudar a santificar la vida ordinaria y a ser testigos de Cristo con nuestras buenas obras. Y por supuesto que no falte la oración comunitaria, sobre todo la Eucaristía o Santa Misa, participada con piedad y devoción.



    Otras semanas iremos hablando de las otras prácticas cuaresmales como la limosna o caridad y solidaridad, y el ayuno y la penitencia, hecha mortificación y sacrificio, y la penitencia y el perdón de nuestros pecados en el Sacramento de la Confesión. De momento adelantamos estas propuestas:

-    Alex Jones: «Buscamos nuevas formas de ayudar a la gente a hacer oración». El CEO y cofundador de Hallow, la aplicación de oración más famosa habla, en esta entrevista con Omnes, del reto de Cuaresma de 2025. Aquí, en este enlace.

  -  Apaga el móvil y enciende el alma: el poder de la abstinencia digital, que podrás leer en este enlace.

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CRISTIANISMO, SIGLO XXI

    Recogemos esta información de la pagina oficial  del Opus Dei.
    ‘Camino’ inspira el reto de Cuaresma de Hallow
    El Miércoles de Ceniza comienza el reto de Cuaresma de la aplicación de oración católica Hallow, que este año utilizará el libro del fundador del Opus Dei. Este reto mundial estará guiado por figuras reconocidas en todo el mundo.


    Hallow, la aplicación católica más descargada del mundo
    Hallow ayuda a las personas a profundizar su relación con Dios a través de oraciones guiadas en audio, meditaciones para dormir, lecturas bíblicas, música y más.
    Con más de 800 millones de oraciones completadas en más de 150 países y 22 millones de descargas, es la aplicación católica #1 en el mundo.
Un camino de reflexión con san Josemaría y la historia de Takashi Nagai
    El reto Cuaresma 2025 está inspirado en la obra Camino de san Josemaría Escrivá, un libro compuesto por 999 puntos de meditaciones, que han transformado la vida espiritual de millones de personas.
    A través de este reto, los participantes podrán profundizar en su relación con Dios, reforzando su fe y propósito durante la Cuaresma
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