viernes, 5 de mayo de 2023

Altavoz Parroquial: 7/V/2023

 5º Domingo de Pascua – A

Jn 14,1-12 

El verdadero camino de la Vida

    Los apóstoles durante un tiempo, estuvieron desconcertados, y un poco temerosos por algo raro que veían en su Maestro y no podían entender. Su presencia entre ellos no iba a ser para siempre, pues hablaba de cumplir una misión muy concreta, que nosotros ahora ya sabemos que fue su Muerte y Resurrección.
    Pero ellos querían aferrarse a su calurosa y entrañable amistad y deseaban saber más sobre Jesús. El les transmite paz y seguridad, compañía y amor, pues les dice ser el verdadero camino que han de seguir para vivir la verdadera Vida.


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    "Tomás le dice: “Señor, no sabemos adónde vas
¿cómo podemos saber el camino?”. Jesús le responde:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre 
sino es por mi”

    Jesús, que nos hablas como Maestro y Señor,
pues enseñas con claridad y autoridad, 
para que nunca desconfiemos de Ti.

    Ciertamente puedo perder la fe y desorientarme 
en el camino de la vida, que lleva al cielo, 
por eso te ruego con insistencia, que refuerces mi fe, 
que consolides mi confianza y que refuerces mi caridad.

    Los mensajes que circulan por el ambiente sobre cómo vivir
son tan variados como contradictorios y absurdos,
porque prescinden de la Verdad, que viene de Ti 
y de tu mensaje salvador.

    Por esto, Señor, te pido que me haga sordo a las voces
que quieren apartarme del buen camino,
y que me aleje de los falsos profetas que pretenden ser
modelos de conductas con su autosuficiencia,
su egoísmo y sus verdades u opiniones personales.

    Solo quiero fiarme de tus palabras que me dicen que eres el Camino,
la Verdad y la Vida; y que solo quien a Ti escucha conoce al Padre,
y se encamina verdaderamente a la Vida Eterna.

    Sé que no hay otro camino que merezca la pena seguir en la vida
que el que Tu nos marcas con el altavoz de la Palabra de Dios.
Que lo escuche atentamente, que no me aparte de la senda recta
que lleva a la auténtica felicidad aquí en la tierra y después en el cielo.

    Me dices que eres la Verdad, porque me enseñas la mejor doctrina
que puede imaginarse: la del amor y el perdón, la del trabajo
y el respeto a todos, la de la justicia y la solidaridad.

    Ayúdame a hacerla realidad en mí,
para que goce y disfrute de la vida sobrenatural que Tu das
a quien de verdad te ama a Ti y al prójimo como Tu enseñaste.

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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS

(Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).


    Introducidos de lleno en el mes de mayo, esta semana, nos propone celebrar a la Virgen, mirando a Fátima (Portugal) donde Ella se apareció, el 13 de mayo de 1913, y otros cinco meses seguidos, a tres niños, Lucia, Jacinta y su hermano Francisco. Su profunda bondad infantil tenía hondas raíces que habían vivido y aprendido en su familia. Aunque niños merecieron ser portadores del mensaje de la Virgen, pidiendo oración -sobre todo el Santo Rosario- penitencia y conversión para vivir la paz en el corazón y en la vida social. Los hermanos, ya canonizados, murieron pronto como les había dicho la Virgen, en cambio Lucia tuvo una larga vida, que pasó como religiosa en Coimbra y Tuy, y pudo mantener vivo el mensaje recibido de la Virgen hasta hace unos años.

    Ciertamente merece la pena conocer, y mantener vivo el mensaje, que en esa ocasión, como en tantas otras, transmitió la Virgen, y en este caso lo hacernos con la amistad de estos videntes, que tanto nos pueden ayudar a “obedecer” a la Virgen.

     

      Por otra parte, esta semana se nos presenta, el miércoles 10/V, la fiesta de San Juan de Avila, sacerdote y Doctor de la Iglesia (1499-1569). Falleció en Montilla, donde están sus restos, después de una vida de entrega a su ministerio en la administración de los sacramentos, la predicación y la dirección espiritual a muchas personas, entre las que se cuentan algunas ya canonizadas. También nos dejó unos valiosos escritos, que algunos son memoriales utilizados en el Concilio de Trento. Él es el Patrono de los sacerdotes españoles, que, por lo que nos toca, deseamos mantener la más intima amistad: como patrono, maestro, modelo de vida e intercesor especial en nuestro ministerio. Fue canonizado por San Pablo VI el 1/V/1970, y declarado Doctor de la Iglesia por Benedicto XVI el 7/X/2012.

    También queremos destacar al Beato Ceferino Namuncurá, laico argentino, que muere con 18 años, en el año 1905. Hijo de un alto y afamado militar, que deseaba para su hijo continuara con esa profesión. Pero su buena formación humana y cristiana le encauza por otros derroteros, con la ayuda de los salesianos, con quienes mantenía especial relación. Ante la enfermedad le aconsejan viajar a Turín (Italia), donde conoce al también laico, ya canonizado, Artémide Zutti. Pero nada impidió el avance de la enfermedad, que le produjo la muerte. Fue beatificado por Benedicto XVI el 11/XI/2007.

 





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