viernes, 30 de diciembre de 2022

Altavoz Parroquial: 1/I/2023

 Sta. MARIA MADRE DE DIOS - A   - Lc 2,16-21 

         Siempre con María

        En la octava de Navidad también se hace fiesta. Se trata de honrar a otro protagonista importante en el misterio de la Navidad: María, la Madre de Jesús. Y se la honra con el título que, a primera vista puede parecer pretencioso, pero que no lo han considerado así los cristianos, que ya desde los primeros siglos la declararon como la Teotocos, es decir la Madre de Dios.

        Desde siempre se ha tratado a María como Madre de Dios. Ella hizo posible con su sí (“fiat”), en la Anunciación del Arcángel San Gabriel que Dios se encarnara, esto es, tomara carne humana, se hiciera un hombre más. Ella sirvió de cauce humano para realizarse esta Redención que recibimos de Jesucristo, el Dios hecho hombre. Es obligado honrarla junto con su Hijo, Jesucristo.

        Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño,
le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.


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    LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS

    La Navidad sigue acaparando nuestra piedad, fortaleciendo nuestra fe y estimulando nuestra caridad y solidaridad, que, sin duda, se nos exige compartirla con más radicalidad. Esta semana es la fiesta de la Epifanía, o de los Reyes Magos, la que nos ofrece tantos regalos y alegrías como abundante es nuestra generosidad.

    En cuanto a los santos, nuestros amigos, esta semana destacamos solamente a uno, bastante cercano a nosotros, y sobre todo con un mensaje imprescindible en nuestra vida de cristianos: la importancia y devoción a la Eucaristía.

    El miércoles, día 4/I, celebramos a San Manuel González García, a quien se le renombra como el Obispo de los Sagrarios Abandonados. Vive entre 1872 y 1940. Nace en Sevilla, donde fue miembro de los “seises” o niños cantores de la Catedral. Su familia profundamente religiosa le inculta los mejores sentimientos cristianos, que él centra en la piedad eucarística. Ante la vocación sacerdotal, se ve obligado a trabajar para costearse los estudios.

    Ya sacerdote, comienza ejerciendo como párroco y arcipreste en Huelva, donde hace de la Eucaristía el centro y objetivo principal de su labor sacerdotal, y donde ya manifiesta un gran celo sacerdotal, que le lleva a promover también diversas obras sociales de todo tipo. Después es nombrado, primero obispo de Málaga y luego de Palencia, donde los avatares de la República le impiden tomar posesión durante varios meses, aparte de otras dificultades, lo que no le impide seguir fomentando la devoción eucarística, en todas partes y por todos los medios posibles, para que ningún sagrario se encuentre solo, o abandonado. 
    Funda diversas instituciones para fomentar la piedad eucarística, que tienen muy buena acogida en todas partes y se extienden por muchas diócesis y parroquias: Marías de los sagrarios, Discípulos de San Juan, Juventud Eucarística Reparadora, y por último la Congregación Misioneras Eucarísticas de Nazaret. Y siempre urgiendo a los sacerdotes el culto y la devoción a la Eucaristía, para que llegue a los feligreses y nunca estén los Sagrarios abandonados en las Parroquias.     Destacan también numerosas publicaciones, muy populares, sobre la devoción a la Eucaristía. Al final deja escrito como parte de su testamento: "Pido ser enterrado junto a un Sagrario, para que mis huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma, estén siempre diciendo a los que pasen: ¡Ahí está! ¡Ahí está! ¡No le dejéis abandonado!". Fue beatificado por San Juan Pablo el 29/IV/2001, y canonizado por el Papa Francisco el 16/X/2016.


    AGENDA PASTORAL
    En primer lugar, destacar nuestra oración, en el primer día del año -Año Nuevo-, por la paz en el mundo, como nos sigue urgiendo el Papa Francisco, como lo han pedido sus antecesores. Por eso este día está considerado como Día de oración  por la paz. Y por supuesto, elevaremos oraciones al Señor por el Papa Emérito Benedicto XVI.
    Por otra parte, seguimos celebrando con gozo y piedad el Nacimiento de Jesucristo. Y por tanto, manteniendo nuestra vida parroquial y familiar en torno al Nacimiento o Belén. La fiesta de Epifanía nos llevará a hacer, por última vez este año, la Adoración al Niño Jesús al finalizar la Santa Misa. 
    También comunicamos a los niños de la Escuela de Catecismo o Catequesis Parroquial pueden que pasar por la sacristía para recoger el libro ya corregido por el sacerdote.








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