VIII DOMINGO ORDINARIO - C
Evangelio de la Misa: Lc 6,39-45El tesoro del corazón
Sigue San Lucas, en este domingo, recordándonos verdades morales
como muy elementales, pero a la vez básicas, incluso imprescindibles,
si queremos entender y seguir a Cristo.
Este párrafo es como un “cajón de sastre” con un variado compendio de máximas o frases que explican la verdadera sabiduría de la vida, que siempre llevan a buen término, y que no conviene olvidar nunca para evitar la tristeza,
Este párrafo es como un “cajón de sastre” con un variado compendio de máximas o frases que explican la verdadera sabiduría de la vida, que siempre llevan a buen término, y que no conviene olvidar nunca para evitar la tristeza,
la desorientación, el desánimo y también la ilusión infantil de creerse buenos
y merecedores del reconocimiento y de los aplausos de los demás.
El realismo de la verdad, aceptada, vivida y trabajada,
es la única garantía de ir por el buen camino.
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“Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen
También, Señor, nos sentimos especialmente animados por tus palabras:
“No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano.
Cada árbol se conoce por sus frutos”.
Ayúdanos, Señor, a atesorar en nuestro corazón la auténtica sinceridad
que acoja la Verdad de Dios, el Amor de Dios, la Gracia de Dios,
y con ellos vivamos, trabajemos y nos santifiquemos.
Que sea la oración humilde, y confiada, de cada día,
la participación en la Eucaristía, y la recepción del perdón en la Confesión
-también frecuente- los instrumentos para guardar, aumentar
y ennoblecer el tesoro de la fe y de la bondad del corazón.
LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (2/III/2025)
1- Ante el desmadre ideológico, y la pérdida de verdades y de auténticos valores humanos y sociales, ante el subjetivismo y el libertinaje en ideas y comportamientos, nos propone, ante todo, intensificar la buena alimentación espiritual y moral y también psicológica: la oración, la lectura y meditación de la Palabra de Dios y de buenos libros. Así como la participación en charlas, retiros, cursillos, ejercicios espirituales, sesiones de formación, que ayudan a conocer y a vivir la verdad de la vida y el bien indudable
2- Ante los problemas de sobrepeso, y despilfarro de la comida, y del abuso de todos los productos de la moderna civilización por parte de algunos, y al mismo tiempo, el hambre, la pobreza e incluso la miseria y la
exclusión social de tantos hermanos nuestros, la Iglesia nos propone el ayuno, la abstinencia y la limosna. Siempre actuales, exigentes e incluso molestos para algunos, que, ladinamente, creen ser de otros tiempos. Más bien es no querer entender y aceptar lo que estas prácticas significan, proponen y pretenden y menos querer cumplirlas con prácticas actuales
3- En una sociedad donde abunda la mentira, los intereses desbordados, la soberbia y el afán de dominar, la corrupción política y económica, el desprecio y abandono al pobre, al emigrante, al que no piensa como yo, o no es de mi grupo, viene la Iglesia y nos recuerda la necesidad de sincerarnos con nosotros mismos, para reconocer los errores y pecados personales -los pecados de los demás es muy fácil verlos, e incluso publicitarlos- y así rectificar y pedir perdón y acogernos a la misericordia de Dios; y de esta manera estar capacitados para ser misericordiosos con los demás, y por tanto más comprensivos, abiertos a todos, acogedores, generosos, y siempre dispuestos a ayudar y compartir.
Ante los problemas y enfrentamientos humanos y sociales, esto es, ante los pecados, que siempre son personales, no existe otro modo de encontrarnos y vivir en paz que la acogida y el abrazo fraternal, y en lo posible el olvido, ni tampoco otra terapia moral y psicológica que la del perdón y la misericordia con quien te ha ofendido. Nuestra Madre, la Iglesia, nos propone especialmente en la Cuaresma la Confesión personal de los pecados y las miserias humanas.
A lo largo de la Cuaresma iremos comentando con más detalle las celebraciones, útiles y beneficiosas todo el año, pero que consideramos especialmente apropiadas para vivir la Cuaresma y terminarla con la satisfacción y verdadera alegría de la Resurrección. También presentaremos el Mensaje de la Cuaresma 2025 del Papa Francisco, que se puede leer en este enlace.
“Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen
higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El que es bueno, de la bondad que atesora su corazón
saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal;
porque de lo que rebosa el corazón, habla la boca”.
¡Gracias, Señor, por la sencillez y claridad con que nos hablas
a través de las parábolas, refranes y sentencias sabias para todos los tiempos.
Queremos recordarlas y traerlas a nuestra oración, para que sean faro luminoso
que nos orienten hacia la verdad, y nos atraigan a la fuente de la gracia
y de la salvación, que solo eres Tú.
Por supuesto, no puede un ciego guiar a otro ciego,
y por eso te pedimos que seamos capaces, en cada momento, de ver y conocer
la verdad, y que nos dejemos dócilmente guiar por quienes están iluminados
por la luz de la fe, y por sus deseos y compromisos de santidad.
Que seamos humildes y sensatos para ver en tu ejemplo de vida el paradigma
de la vida cristiana, y así nunca nos desanimemos ante las dificultades.
¡Qué prontos y ligeros somos, Señor, para ver la paja en el ojo ajeno,
los pequeños defectos o pecados de los demás, y qué lentos y olvidadizos
somos para ver y reconocer nuestros defectos y pecados propios!
Que nunca olvidemos tus palabras: “¿Cómo puedes decirle a tu hermano:
¡Gracias, Señor, por la sencillez y claridad con que nos hablas
a través de las parábolas, refranes y sentencias sabias para todos los tiempos.
Queremos recordarlas y traerlas a nuestra oración, para que sean faro luminoso
que nos orienten hacia la verdad, y nos atraigan a la fuente de la gracia
y de la salvación, que solo eres Tú.
Por supuesto, no puede un ciego guiar a otro ciego,
y por eso te pedimos que seamos capaces, en cada momento, de ver y conocer
la verdad, y que nos dejemos dócilmente guiar por quienes están iluminados
por la luz de la fe, y por sus deseos y compromisos de santidad.
Que seamos humildes y sensatos para ver en tu ejemplo de vida el paradigma
de la vida cristiana, y así nunca nos desanimemos ante las dificultades.
¡Qué prontos y ligeros somos, Señor, para ver la paja en el ojo ajeno,
los pequeños defectos o pecados de los demás, y qué lentos y olvidadizos
somos para ver y reconocer nuestros defectos y pecados propios!
Que nunca olvidemos tus palabras: “¿Cómo puedes decirle a tu hermano:
hermano déjame que te saque la mota del ojo,
sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo?
¡Hipócrita!, sácate primero la viga de tu ojo,
y entonces verás claro, para sacar la mota del ojo de tu hermano”.
¡Hipócrita!, sácate primero la viga de tu ojo,
y entonces verás claro, para sacar la mota del ojo de tu hermano”.
También, Señor, nos sentimos especialmente animados por tus palabras:
“No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano.
Cada árbol se conoce por sus frutos”.
Ayúdanos, Señor, a atesorar en nuestro corazón la auténtica sinceridad
que acoja la Verdad de Dios, el Amor de Dios, la Gracia de Dios,
y con ellos vivamos, trabajemos y nos santifiquemos.
Que sea la oración humilde, y confiada, de cada día,
la participación en la Eucaristía, y la recepción del perdón en la Confesión
-también frecuente- los instrumentos para guardar, aumentar
y ennoblecer el tesoro de la fe y de la bondad del corazón.
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(Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).
Excelentes amigos de siempre
Recordamos esta semana a dos santos, merecedores de nuestra amistad y confianza, que ya otros años hemos considerado: el domingo, día 2/III, celebramos a Santa Angela de la Cruz González (1846-1932), canonizada por Juan Pablo II el 4/V/2003. Especialmente querida por los sevillanos, que la conocieron y quienes siguen compartiendo y beneficiándose a través de las religiosas del Instituto Hermanas de la Compañía de los pobres, sus señores, que ella fundara en Sevilla.
Y cómo no destacar el sábado, día 8/III, a San Juan de Dios (1495-1550), fundador de los Hermanos de San Juan de Dios, si quizá hemos sido atendidos por sus servicios sociales, sanitarios y caritativos.
Santos para nuestro tiempo
Pero esta semana queremos considerar y hacer ya un primer homenaje y acercamiento a las biografías de los cristianos, que el papa Francisco ha propuesto recientemente como venerables y algunos de próxima canonización.
Excelentes amigos de siempre
Recordamos esta semana a dos santos, merecedores de nuestra amistad y confianza, que ya otros años hemos considerado: el domingo, día 2/III, celebramos a Santa Angela de la Cruz González (1846-1932), canonizada por Juan Pablo II el 4/V/2003. Especialmente querida por los sevillanos, que la conocieron y quienes siguen compartiendo y beneficiándose a través de las religiosas del Instituto Hermanas de la Compañía de los pobres, sus señores, que ella fundara en Sevilla.
Y cómo no destacar el sábado, día 8/III, a San Juan de Dios (1495-1550), fundador de los Hermanos de San Juan de Dios, si quizá hemos sido atendidos por sus servicios sociales, sanitarios y caritativos.
Santos para nuestro tiempo
Pero esta semana queremos considerar y hacer ya un primer homenaje y acercamiento a las biografías de los cristianos, que el papa Francisco ha propuesto recientemente como venerables y algunos de próxima canonización.
En primer lugar, destacamos al venezolano Beato José Gregorio Hernández, que muere en Caracas en 1919, después de una vida cristiana como médico ejemplar, y como hombre, que dedicó su existencia a aliviar el sufrimiento humano y a transmitir siempre un mensaje de amor y esperanza. A la vez que se reconoce su vida de santidad, se destaca ya la devoción universal, lo que permite ser elevado a los altares, como santo de nuestro tiempo. El arzobispo de Caracas, Monseñor Raul Biord Castillo afirma que la vida y la obra de Hernández son un ejemplo de amor al prójimo, de entrega a los demás y de fe en Dios. “Su legado perdura en el corazón de quienes lo veneran y de quienes han recibido los milagros de Dios bajo su intercesión. José Gregorio Hernández es un santo para nuestro tiempo, un modelo de laico cristiano que nos invita a vivir la fe con alegría y compromiso, y a poner al servicio de los demás nuestros talentos y capacidades.”
También ha propuesto subir a los altares al Beato Bartolo Longo, fiel laico, nacido en Latiano (Italia) el 10 de febrero de 1841 y fallecido en Pompeya (Italia) el 5 de octubre de 1926.
Además, el Santo Padre ha promulgado los decretos relativos a las siguientes causas:
- la ofrenda de la vida del Siervo de Dios Emilio Giuseppe Kapaun, sacerdote diocesano, nacido el 20 de abril de 1916 en Pilsen (Kansas, EE.UU.) y fallecido el 23 de mayo de 1951 en el campo de prisioneros de Pyokton (Corea del Norte);
- la ofrenda de la vida del Siervo de Dios Salvo D'Acquisto, fiel laico, nacido en Nápoles el 15 de octubre de 1920 y fallecido en Palidoro (Italia) el 23 de septiembre de 1943;
- las virtudes heroicas del Siervo de Dios Miguel Maura Montaner, sacerdote diocesano y fundador de la Congregación de las Hermanas Celadoras del Culto Eucarístico, nacido en Palma de Mallorca (España) el 6 de septiembre de 1843 y fallecido allí el 19 de septiembre de 1915;
- las virtudes heroicas del Siervo de Dios Didaco Bessi, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de las Hermanas Dominicas de Santa María del Rosario, nacido el 5 de febrero de 1856 en Iolo (Italia) y fallecido allí el 25 de mayo de 1919;
- las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Cunegonda Siwiec, fiel laica, nacida el 28 de mayo de 1876 en Stryszawa - Siwcówka (Polonia) y fallecida allí el 27 de junio de 1955.
Sus biografías pueden verse en este enlace: https://www.religionenlibertad.com/vaticano/250225/beatos_110805.html
También ha propuesto subir a los altares al Beato Bartolo Longo, fiel laico, nacido en Latiano (Italia) el 10 de febrero de 1841 y fallecido en Pompeya (Italia) el 5 de octubre de 1926.
Además, el Santo Padre ha promulgado los decretos relativos a las siguientes causas:
- la ofrenda de la vida del Siervo de Dios Emilio Giuseppe Kapaun, sacerdote diocesano, nacido el 20 de abril de 1916 en Pilsen (Kansas, EE.UU.) y fallecido el 23 de mayo de 1951 en el campo de prisioneros de Pyokton (Corea del Norte);
- la ofrenda de la vida del Siervo de Dios Salvo D'Acquisto, fiel laico, nacido en Nápoles el 15 de octubre de 1920 y fallecido en Palidoro (Italia) el 23 de septiembre de 1943;
- las virtudes heroicas del Siervo de Dios Miguel Maura Montaner, sacerdote diocesano y fundador de la Congregación de las Hermanas Celadoras del Culto Eucarístico, nacido en Palma de Mallorca (España) el 6 de septiembre de 1843 y fallecido allí el 19 de septiembre de 1915;
- las virtudes heroicas del Siervo de Dios Didaco Bessi, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de las Hermanas Dominicas de Santa María del Rosario, nacido el 5 de febrero de 1856 en Iolo (Italia) y fallecido allí el 25 de mayo de 1919;
- las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Cunegonda Siwiec, fiel laica, nacida el 28 de mayo de 1876 en Stryszawa - Siwcówka (Polonia) y fallecida allí el 27 de junio de 1955.
Sus biografías pueden verse en este enlace: https://www.religionenlibertad.com/vaticano/250225/beatos_110805.html
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AGENDA PASTORAL
La normalidad en la tarea pastoral desaparece para introducirnos en la Cuaresma, que comenzamos el miércoles, día 5/III, con el ritual de la Imposición de la ceniza, como símbolo de acogida personal y comunitaria de la llamada a la conversión personal. Se trata de mirar a la Semana Santa, y en ella a la celebración del Misterio Pascual, es decir la Muerte y Resurrección de Jesucristo. Durante unos cuarenta días la Iglesia, nuestra madre, nos invita a mirar al crucificado y resucitado, que inevitablemente nos lleva -si somos sinceros, humildes y generosos- a replantearnos la vida cristiana en sus exigencias morales y sociales, en definitiva, a intensificar nuestra fe, esperanza y caridad.
La Iglesia nos propone las “practicas cuaresmales” tan actuales como esenciales para una vida mejor, y una felicidad asegurada. En tres dimensiones de nuestra vida se fija la Iglesia para ayudarnos y orientarnos:
AGENDA PASTORAL
La normalidad en la tarea pastoral desaparece para introducirnos en la Cuaresma, que comenzamos el miércoles, día 5/III, con el ritual de la Imposición de la ceniza, como símbolo de acogida personal y comunitaria de la llamada a la conversión personal. Se trata de mirar a la Semana Santa, y en ella a la celebración del Misterio Pascual, es decir la Muerte y Resurrección de Jesucristo. Durante unos cuarenta días la Iglesia, nuestra madre, nos invita a mirar al crucificado y resucitado, que inevitablemente nos lleva -si somos sinceros, humildes y generosos- a replantearnos la vida cristiana en sus exigencias morales y sociales, en definitiva, a intensificar nuestra fe, esperanza y caridad.
1- Ante el desmadre ideológico, y la pérdida de verdades y de auténticos valores humanos y sociales, ante el subjetivismo y el libertinaje en ideas y comportamientos, nos propone, ante todo, intensificar la buena alimentación espiritual y moral y también psicológica: la oración, la lectura y meditación de la Palabra de Dios y de buenos libros. Así como la participación en charlas, retiros, cursillos, ejercicios espirituales, sesiones de formación, que ayudan a conocer y a vivir la verdad de la vida y el bien indudable
2- Ante los problemas de sobrepeso, y despilfarro de la comida, y del abuso de todos los productos de la moderna civilización por parte de algunos, y al mismo tiempo, el hambre, la pobreza e incluso la miseria y la
exclusión social de tantos hermanos nuestros, la Iglesia nos propone el ayuno, la abstinencia y la limosna. Siempre actuales, exigentes e incluso molestos para algunos, que, ladinamente, creen ser de otros tiempos. Más bien es no querer entender y aceptar lo que estas prácticas significan, proponen y pretenden y menos querer cumplirlas con prácticas actuales
3- En una sociedad donde abunda la mentira, los intereses desbordados, la soberbia y el afán de dominar, la corrupción política y económica, el desprecio y abandono al pobre, al emigrante, al que no piensa como yo, o no es de mi grupo, viene la Iglesia y nos recuerda la necesidad de sincerarnos con nosotros mismos, para reconocer los errores y pecados personales -los pecados de los demás es muy fácil verlos, e incluso publicitarlos- y así rectificar y pedir perdón y acogernos a la misericordia de Dios; y de esta manera estar capacitados para ser misericordiosos con los demás, y por tanto más comprensivos, abiertos a todos, acogedores, generosos, y siempre dispuestos a ayudar y compartir.
Ante los problemas y enfrentamientos humanos y sociales, esto es, ante los pecados, que siempre son personales, no existe otro modo de encontrarnos y vivir en paz que la acogida y el abrazo fraternal, y en lo posible el olvido, ni tampoco otra terapia moral y psicológica que la del perdón y la misericordia con quien te ha ofendido. Nuestra Madre, la Iglesia, nos propone especialmente en la Cuaresma la Confesión personal de los pecados y las miserias humanas.
A lo largo de la Cuaresma iremos comentando con más detalle las celebraciones, útiles y beneficiosas todo el año, pero que consideramos especialmente apropiadas para vivir la Cuaresma y terminarla con la satisfacción y verdadera alegría de la Resurrección. También presentaremos el Mensaje de la Cuaresma 2025 del Papa Francisco, que se puede leer en este enlace.
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
(Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).
La santidad cristiana y el apostolado corresponde a todo cristiano, y se puede manifestar en las situaciones personales más diversas. En esta ocasión presentamos a un matrimonio ejemplar en su trabajo profesional, en la familia y en las relaciones sociales, y que encuentran sus raíces y reponen fuerzas en la oración y la piedad. Así titulan esta información: Un acróbata que mira a Dios desde la pista del circo. Se puede leer en este enlace.
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
(Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).
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