Terapias cuaresmales II

 Cuaresma  2022

TERAPIAS PARA TIEMPOS NUEVOS, II

       Cada vez es más frecuente la práctica de algún deporte, hacer ejercicio, o por lo menos pasear, que sin duda no es solo conveniente, sino que, en muchos casos, es necesario, pues lo exige la vida que habitualmente llevamos: con frecuencia sedentaria, con hábitos de comunicación y transporte que solo hace falta dejarse llevar. Además es frecuente el sobrepeso u obesidad, que tantas personas padecen y que necesariamente hay que contrarrestar con dietas, regímenes especiales y ejercicio físico habitual.

       Por otra parte está el bienestar material y social, que ¡gracias a Dios! podemos disfrutar actualmente, pero que en tantas ocasiones nos esclavizan, abusando de comidas y placeres, de juegos y diversiones, de relaciones fácilmente placenteras y peligrosas para la salud corporal y moral, y que también pueden ser dañinas para otros que se relacionan o conviven con nosotros. Algunos afirman que es la época de los  sicólogos y de los siquiatras y no les falta razón si observamos las frecuentes y problemáticas consultas que estos orientadores y médicos tienen.

2ª Terapia: la mortificación, el ayuno y la limosna:

       Pues ante estos problemas de sobrepeso,  y al mismo tiempo de despilfarro de la comida, y ante el abuso de  todos los productos de la moderna civilización por parte de algunos, y al mismo tiempo, el hambre, la pobreza e incluso la miseria y la exclusión social de  tantos hermanos nuestros, la Iglesia nos propone, y aconseja, y de alguna manera “obliga” a los cristianos, el ayuno, la abstinencia y la limosna, como prácticas siempre actuales y necesarias. Lógicamente contra la opinión bastante frecuente de considerarlas de otro tiempo y abusivamente exigentes para la “moderna sociedad”.

       En realidad, no se quiere entender y aceptar lo que estas prácticas significan, proponen y pretenden, y menos desear cumplirlas como actuales y necesarias, cuando ellos mismos las buscan, ansían y con frecuencia abusan de ellas con los consiguientes problemas sicológicos, morales, y muchas veces sociales.

 Propuestas:

       -          ¡Qué beneficioso, en todos los órdenes, sería “la dieta digital”, es decir, privarse de algunos programas de la TV, o limitar el tiempo dedicado al móvil que lleva atiborrarse de noticias, mensajes, vídeos innecesarios y  vulgares, y en su lugar leer algún buen libro, o dedicar más tiempo a charlar entre los esposos y con los hijos!

-          ¡Qué saludable es para todos comer de todo, no desperdiciar la comida, evitar excesos en la bebida en cuanto a la cantidad y a las exquisiteces superfluas, y repartir comida y alimentos de todo tipo con pobres y necesitados! ¡Tantos agradecerán  esa voluntariedad generosa y preciosos donativos!

-          ¿Por qué no cortar conversaciones inconvenientes, u ofensivas para otros que destruyen las amistades y las buenas relaciones sociales y familiares, o abandonar diversiones perjudiciales u degradantes para uno o para la familia? 

       Así podríamos alargar la lista de mortificaciones, muy actuales y beneficiosas para todos, en vez de pensar que las propuestas penitenciales de la Iglesia están pasadas de moda. ¡Aquí las tenemos de plena actualidad por lo necesarias para cada uno, y también para los diversos ambientes familiares y sociales, pues ellas son como una fuente y un rio que va generando bienestar y felicidad en todas partes donde se practican.