NAVIDAD - 2020/21
Ya caminamos por el ADVIENTO hacia
la NAVIDAD, que por lo que vemos y experimentamos no puede ser igual que otros
años. Pero como dice el refrán popular: “No hay mal que por bien no venga”, y
que desde la fe cristiana rubricamos con pleno convencimiento. De todo se puede
sacar un bien si somos sinceros y responsables con las situaciones y las
personas.
Quizá no será la NAVIDAD como otros años en el aspecto folclórico y lúdico, mundanal y consumista, de mera diversión y desenfreno en gastos, regalos y encuentros –o desencuentros- familiares. Pero nada va impedir celebrar la NAVIDAD CRISTIANA, y por tanto cantar villancicos, recordar y celebrar el Nacimiento y primeros años de Jesucristo; y así seguir aprendiendo de El, acogiéndole en nuestro corazón con la alegría renovada, con la oración personal y familiar, con el arrepentimiento y confesión de nuestras faltas y pecados, con la participación en la Eucaristía, o Santa Misa, con la Adoración al Niño-Dios, y en consecuencia, compartiendo todo esto –de una u otra forma- con los demás, familiares, amigos y vecinos, y también con los pobres y más necesitados. Y es que esto es principalmente la verdadera NAVIDAD CRISTIANA, que nadie debe ni puede impedir celebrar.
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Ningún hogar sin el
Belén o Nacimiento familiar.
Ningún corazón sin
la alegría del Perdón y del Amor de Dios
Ninguna persona o
familia sin calor, sin comida y sin convivencia fraterna.
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¿Qué no habrá NAVIDAD?
Merece
la pena leer y meditar este escrito –sin duda también poético- del sacerdote
navarro, Javier Leóz, párroco de San Lorenzo (Pamplona). Sin duda hace pensar,
y sobre todo puede llevar a los cristianos a estimularse y reaccionar ante las
circunstancias y limitaciones actuales.
Tiene además, como anecdótico, que alguien se lo hizo llegar al Papa Francisco, y tanto le gustó que llamó personalmente por teléfono al sacerdote, para felicitarle y agradecer su modo de enfocar el tema, que él también compartía. Su impresión y su alegría podemos imaginarla.
¿QUE NO HABRÁ NAVIDAD?
¡Claro que sí!
Más silenciosa y
con más profundidad.
Más parecida a la
primera en la que Jesús nació en soledad.
Sin muchas luces
en la tierra, pero con la de la estrella de Belén,
destellando rutas
de vida en su inmensidad.
Sin cortejos
reales colosales, pero con la humildad de sentirnos,
pastores y zagales
buscando la Verdad.
Sin grandes mesas
y con amargas ausencias,
pero con la
presencia de un Dios que todo lo llenará.
¿QUE NO HABRÁ NAVIDAD?
¡Claro que sí!
Sin las calles a
rebosar, pero con el corazón enardecido,
por el que está
por llegar. Sin ruidos ni verbenas,
reclamos ni
estampidas… pero viviendo el Misterio
sin miedo
Habrá Navidad
porque DIOS está de nuestro lado
y comparte, como
Cristo lo hizo en un pesebre,
nuestra pobreza,
prueba, llanto, angustia y orfandad.
Habrá Navidad porque necesitamos
Covid19 nunca podrá llegar al corazón ni al
alma
de los que en el cielo ponen su esperanza y
su alto ideal
¡HABRÁ NAVIDAD! ¡CANTAREMOS VILLANCICOS!
¡DIOS NACERÁ Y NOS TRAERÁ LIBERTAD!
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