viernes, 4 de abril de 2025

Altavoz Parroquial: 6/IV/2025

 V DOMINGO CUARESMA – C

Evangelio de la Misa: Jn 8,1-11

Sinceridad de vida


    Siempre es oportuna y muy actual la enseñanza del encuentro de Jesús con aquella “mujer sorprendida en adulterio” a quien “los letrados y fariseos” querían apedrear apoyándose en la “Ley de Moisés, que manda apedrear a las adúlteras”.
    Ciertamente es un comportamiento tan brutal que choca abiertamente con nuestra mentalidad actual, tan excesiva y falsamente tolerante, y por tanto relativista y permisiva con lo que interesa en cada momento a la comodidad y al egoísmo personal de cada uno. Pero lo importante es el mensaje que subyace en este suceso: la verdad de Dios y de su santidad y sobre todo el amor, siempre misericordioso de nuestro Padre, Dios.

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    “Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado”.
Ella contestó: “Ninguno, Señor”. Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno.
Anda y en adelante no peques más”.

    ¡Queremos, Señor, calar en el mensaje de este relato de tu encuentro
con la adúltera, que “los letrados y fariseos” querían apedrear.
Sigue habiendo ahora tantos “letrados y fariseos”, que se creen los puros
y perfectos, los maestros y doctores infalibles.
Pero se lo creen apoyados solo en su sabiduría y sus opiniones,
en su autosuficiencia y su egoísmo.
Para nada escuchan o leen la Ley de Dios, ni la que llega por la propia
conciencia bien formada, ni la que consta en la Palabra revelada, la Biblia.
Y menos aún escuchan o se atienen al Magisterio que te representa en la Iglesia.


    Tampoco van por delante dando ejemplo en la propia vida y en el cumplimiento
de las personales obligaciones religiosas, familiares y sociales.
Es su verdad y su justicia, adobada de sensiblería y escasa filantropía,
la que les mueve a juzgar, criticar y, si es el caso, condenar.
Y aún más, algunos se extrañan de los pecados, defectos y caídas de los demás,
y los airean ladinamente, para así justificarse más fácilmente de los propios
pecados, y creerse con más autoridad para los juicios falsos y destructores.

    Por todos ellos, Señor, rogamos y para todos suplicamos la sinceridad
para conocerse, examinarse, rectificar, pedir perdón, comprender,
y siempre ayudar, perdonar, y querer como Tú nos has enseñado.
Que nunca, Señor, nos detengamos tonta y maliciosamente contemplando
las motas de polvo en el ojo ajeno, sin vernos la viga que afea el nuestro
con defectos y pecados, o por lo menos con imperfecciones y tibieza.

    Que nunca olvidemos tu advertencia de sabio maestro y de experimentado
educador de almas: “el que esté sin pecado, que tire la primera piedra”.
En nuestra conversión, Señor, nos pides sinceridad para conocernos mejor:
con nuestros pecados para pedir perdón y rectificar, y con nuestras virtudes para seguir edificando la santidad y para exigirnos cada día más en ese empeño.
Que aprovechemos el examen de conciencia diario, el de la noche y el particular.

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LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (6/IV2025)

    (Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).

Un buen amigo para tiempos recios
    Esta semana recordamos el sábado, 12/IV, a San José Moscati, laico, médico (1880-1927), italiano. Nace en Benevento y muere en Nápoles cuando está en plena actividad profesional, que él ejercía y amaba como su sacerdocio al servicio de los demás. Consideraba su deber curar los cuerpos de las enfermedades, pero
también ayudarles en su vida espiritual. El se consideraba médico de los cuerpos y de las almas. Por otra parte, su generosidad y dedicación a todos sin distención, mereció el apelativo del médico de los pobres. Fue beatificado por San Pablo VI, el 16/XI/1975, y canonizado por San Juan Pablo II el 15/X/1987. Conocer su vida es necesariamente ganarse un amigo verdadero, que nunca falla y que convence y arrastra con su ejemplo, su alegría y su sacrificio desinteresado por los demás.


Próximas canonizaciones
    Recientemente el Papa Francisco ha propuesto a varias personas, religiosos y laicos cercanos a nosotros, para ser canonizados, y que en su momento presentaremos como amigos de confianza. Y por supuesto, merece la pena seguir muy de cerca la pronta canonización del Beato Carlo Acutis. Para ello hay ya algunas buenas biografías, y documentales en Facebook y en You Tube, que están al alcance de todos. Merece la pena repasarlos.
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AGENDA PASTORAL

    Seguimos avanzando en la Cuaresma, vamos por la quinta semana, que nos aboca ya al Domingo de Ramos. Buen momento para revisarnos sobre nuestra respuesta a la invitación a convertirnos al Señor. ¿Además de la oración más intensa y fervorosa y de las mortificaciones concretas, he procurado confesarme ya, y comulgo con más frecuencia? ¿Estoy aprovechando el Jubileo del Año Santo 2025, “ganando” las más posibles indulgencias”?
    Sigamos manteniendo el recuerdo del miércoles, día 5/III, cuando recibíamos la ceniza durante la celebración de la Santa Misa con lo que comenzábamos la Cuaresma. La ceniza sobre nuestras cabezas nos recordaba que “somos polvo y al polvo volveremos” y por tanto que no olvidemos “arrepentirnos y creer en el Evangelio”. Es la oración como encuentro puntual, frecuente, incluso diríamos habitual, con Cristo -pues San Pablo nos dice: “ya comáis ya bebáis, hacedlo todo para gloria de Dios”- lo que más encauza y favorece la conversión o santidad cristiana. Por eso debemos “practicarla” habitualmente, y con más asiduidad en la Cuaresma. Ella nos llevará a que nuestro trabajo de cada día y todas las obras de cada momento más fácilmente las podamos santificar, convirtiéndolas en oración y mejor servicio a los demás.


Entrenamiento deportivo
    Y junto a la oración, tenemos la mortificación o penitencia que es como “la oración de los sentidos”. Oración y mortificación o penitencia, que nos llevan necesariamente a reconocernos, como humanos, necesitados de hacer penitencia por nuestros pecados y por nuestra poca correspondencia a las gracias del Señor. Serán pequeñas faltas, superficialidad, conformarnos con la mediocridad, no ser malos, pero tampoco esforzarnos por ser siempre buenos y generosos con los demás y tampoco con Dios. Pues de eso debemos arrepentirnos también, y llevarlo a la Confesión, para encontrar mayor paz, alegría e ilusión por convertirnos en “atletas de la santidad”. Por eso es bueno confesarse con frecuencia, y sobre todo en Cuaresma. Si nos cuesta reconocer que somos pecadores, no olvidemos que “más grandes que nuestros pecados, es la misericordia del Señor”. Puede ayudarte este artículo, titulado “El sacramento del perdón. Una experiencia de libertad” En este enlace.

Tiempo de confesiones

    En la Parroquia, todos los días, una hora antes de la Misa de la tarde, es tiempo de confesiones, y en otros pueblos también los domingos antes de la Santa Misa. Y por supuesto tienen especial preferencia los enfermos, que pueden pedir la Confesión y Comunión siempre que lo deseen, así como recibir la visita del sacerdote en cualquier día.
    Además, esta semana comenzamos en la Parroquia la Novena al Nazareno, que concluirá precisamente el domingo de Ramos. Otro medio comunitario más para ayudarnos a vivir como cristianos la Semana Santa
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
  
     (Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).

    La santidad cristiana y el apostolado corresponde a todo cristiano, y se puede manifestar en todas las situaciones y circunstancias. Hoy proponemos como ejemplo de piedad cristiana y de apostolado y servicio a los demás, las informaciones de personas o grupos que están haciendo del Año Jubilar 2025 un verdadero Año de Gracia y de Caridad y servicio al prójimo. Puedes conocer estos ejemplos que aparecen cada día en la página Vatican News, con el título Historias de esperanza, pinchando en este enlace.

San Josemaría, Maestro de santidad
    Seguimos proponiendo esta ayuda práctica para concienciarnos de la necesidad de ser santos, y para utilizar como andadera que facilite nuestra santidad. Para ello nos fijamos y aprendemos de San Josemaría Escrivá de Balaguer, del que recordamos y celebramos el centenario de su Ordenación Sacerdotal. El 28 de marzo de 1925, san Josemaría se ordenó sacerdote. Cincuenta años después, el 26 de junio de 1975, concluyó su vida terrena. Para celebrar este periodo, te invitamos a participar en un desafío: el San Josemaría Challenge.

¿En qué consiste? 

    
    Del 28 de marzo al 26 de junio, casi 100 días para conocer más a San Josemaría y crecer en tu vida interior. ¡Súmate a este desafió de 13 semanas!
Cada semana te propondremos en este enlace: https://opusdei.org/es/article/san-josemaria-challenge-semana-1/, tres pasos:

- Una breve lectura de los escritos de San Josemaría.
- Un desafío concreto para aplicar en la vida diaria.
- Tres preguntas de reflexión para que te hagas cada día por la mañana, en tu oración personal y en el examen de conciencia de la noche.
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