XXXIII DOMINGO ORDINARIO - B
Evangelio de la Misa: Mc 13,24-32Urge la santidad
El año eclesiástico va tocando a su fin y la liturgia nos lo advierte, y a la vez nos orienta e ilumina con la Palabra de Dios. El final del año litúrgico es un buen momento para recordar y meditar las advertencias de Jesús sobre el fin de la vida humana, de cada uno y de todos al final de los tiempos.
Este es el tema del Evangelio de la misa, que, como es norma desde hace doce domingos, se toma en este caso del evangelista Marcos. Con estas advertencias no pretende Jesús, y tampoco la Iglesia, asustarnos y amedrentarnos, sino de ayudarnos a fomentar la responsabilidad humana en la vida personal y social.
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“En verdad os digo que no pasará esta generación en que todo suceda.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
En cuando al día y la hora nadie lo conoce,
ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre”.
Gracias, Señor, por estas advertencias que nos haces
en el Evangelio a propósito del fin del mundo,
y al mismo tiempo aplicables al fin de nuestra vida personal.
Queremos leerlas y meditarlas (pensarlas) como un hijo bueno y solícito,
que escucha a su buen padre, al abrir el corazón a su numerosa prole.
Sabemos que no nos hablas para asustarnos, o atemorizarnos,
pero estamos seguro que deseas nuestra permanente postura vigilante;
y que perseveremos con responsabilidad trabajando,
cumpliendo con nuestro pequeño deber de cada momento,
santificándonos y haciendo apostolado con generosidad.
Te pedimos, Señor, que seamos conscientes de los múltiples
y variados “talentos”, que pones cada día en nuestras manos,
para que “negociemos” con ellos:
vida de familia, amistad, trabajo profesional, dinero, cultura,
gracia de Dios, formación humana y espiritual, etc.
Ayúdanos a “negociar” con ellos en nuestra lucha ascética
por crecer en santidad y en caridad social y apostólica.
Que aprovechemos convenientemente el examen de conciencia
cada noche, para espolearnos en esta “guerra santa”
de amor y vida, de santidad y gracia, de alegría y felicidad.
Que cada mañana sepamos recomenzar nuestra andadura hacia la santidad.
Que la sinceridad nos haga más responsables, y el temor filial
más exigentes, para que nunca temamos tus cariñosas palabras:
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.
Queremos escuchar y recordar estas palabras cada día
con paz y agradecimiento, con confianza y urgencia apostólica,
y al mismo tiempo con cariño de amigo y temor de hijo.
LOS SANTOS DE LA SEMANA, NUESTROS AMIGOS (17/XI/2024)
(Proponemos un pequeño esbozo de algunos santos o beatos, que celebramos cada semana, y que puedan servir como modelos de vida cristiana, maestros en la fe y en la práctica de la caridad, y en consecuencia intercesores cercanos y asequibles. Queremos que sea una propuesta para leer y conocer más ampliamente sus vidas acudiendo a otras páginas, como santorales que tanto abundan en las redes sociales).
Los mártires de Quiché, semillas de evangelización
El jueves, día 21, celebramos al Beato Reyes Us Hernández, laico catequista, asesinado en 1980, en Macalajan, Diócesis de Quiché, Guatemala, por odio a la Iglesia y su labor por la justicia y la dignidad humana. Junto a él, se celebran todos los mártires de Quiché, que así se les denomina a los tres sacerdotes, pertenecientes a los Misioneros del Sagrado Corazón y siete catequistas, laicos de la Diócesis de Quiché, muertos entre 1989 a 1991. Todos, en conjunto, fueron beatificados en su propia tierra el 23/IV/2021.
La situación política y social en Guatemala era en esos momentos muy conflictiva, y sobre todo injusta. Y en medio de esa situación, muchos sacerdotes, religiosas y religiosos, y laicos destacados expresaban su solidaridad con los pobres y denunciaban las injusticias y la violencia. Y la Iglesia era objeto de persecución por el papel que desempeñaba en la defensa de la dignidad y los derechos de los pobres. Los que cumplían fielmente la misión de la Iglesia de
promover la justicia y la paz tuvieron que sufrir. Muchos eran secuestrados y desaparecían. Otros fueron asesinados. En su mensaje del 21 de marzo de 2021 los obispos de Guatemala explicaron así el motivo de su beatificación:
"Ellos, en los años del conflicto armado interno, derramaron su sangre porque estaban convencidos que no hay amor más grande que dar la vida por los demás, sobre todo cuando la Iglesia Católica se empeñaba en defender los valores del Reino, proclamados por el Señor Jesús: la defensa de la dignidad humana, el respeto a la vida, la justicia social y la defensa de los más débiles y vulnerables".
En una entrevista con Vatican News, el obispo Rosolino Bianchetti de la diócesis de Quiché describió así lo que hacían estos mártires:
"No se detuvieron ante ningún tipo de amenazas y "abrazaron su cruz", siendo perseguidos, torturados y asesinados por quienes consideraban las enseñanzas del Evangelio como "un peligro" para los intereses de los poderosos. Con la Palabra de Dios y el Rosario en mano, recorrían sus comunidades asistiendo a los más necesitados: los sacerdotes guiaban a los fieles y actuaban ante el clamor del pueblo sufriente, mientras que los laicos (después de finalizar sus trabajos de agricultores) visitaban a los enfermos, anunciaban la Buena Nueva, prestaban servicio en la Iglesia y ayudaban a los campesinos a recuperar las tierras que injustamente les habían robado y que les pertenecían por sus antepasados".
En el recuerdo de estos mártires, queremos, una vez más, homenajear a esos valientes y entrañables cristianos que murieron por su fe y su servicio y caridad a los demás. Son “cristos actuales” que, desde su cruz, y su entrega y sufrimientos, siguen honrando a la Iglesia, y a todos interpelándonos en nuestra fe, esperanza y caridad cristiana. Tristemente siguen en algunos países persiguiendo, maltratando, despreciando a los cristianos, y también quitándoles la vida. Honrarles y venerarles es nuestro deber, y cauce para garantizar su amistad y su ayuda.
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AGENDA PASTORAL
Seguimos en el mes de los difuntos, Noviembre, que nos trae tan agradables recuerdos de familiares y amigos, ya fallecidos, por los que queremos rezar, y nada mejor que recordarles en la oración. Por otra parte, estos recuerdos nos ayudan y estimulan a confiar en el Señor, que nos llama a todos a la bondad y santidad de vida, a vivir unidos y en amistad con nuestros difuntos, algunos sin duda en el cielo, y todos merecedores de nuestros mejores recuerdos y sufragios.
Seguimos en el mes de los difuntos, Noviembre, que nos trae tan agradables recuerdos de familiares y amigos, ya fallecidos, por los que queremos rezar, y nada mejor que recordarles en la oración. Por otra parte, estos recuerdos nos ayudan y estimulan a confiar en el Señor, que nos llama a todos a la bondad y santidad de vida, a vivir unidos y en amistad con nuestros difuntos, algunos sin duda en el cielo, y todos merecedores de nuestros mejores recuerdos y sufragios.
Y además estamos ya en la última semana del Año Litúrgico, que nos obliga a sincerarnos y hacer balance de nuestra vida cristiana, de nuestro afán de santidad
y de labor apostólica. Los textos litúrgicos nos hablan, e insisten, en mirar a nuestro fin de la vida, no para asustarnos y atemorizarnos, sino para sentirnos más responsables de nuestra vida, de nuestra santificación y de nuestra misión de evangelizadores.
y de labor apostólica. Los textos litúrgicos nos hablan, e insisten, en mirar a nuestro fin de la vida, no para asustarnos y atemorizarnos, sino para sentirnos más responsables de nuestra vida, de nuestra santificación y de nuestra misión de evangelizadores.
El domingo, 24/XI, nos uniremos, como nos pide el Papa Francisco, al día de la pobreza, llevando a nuestra oración su mensaje para esta celebración, y que nos ayudará conocerlo, y meditarlo. (En la sección de este blog, Altavoz el Papa, hablamos de ello).
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VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
(Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).
En esta ocasión destacamos el Congreso Católicos y Vida Pública, que se está celebrando del 15 al 17 de noviembre, que cumple ya 26 años de vida, y como cada año se celebra en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. El tema de este año es: "Quo Vadis (¿a dónde vas?), pensar y actuar en tiempos de incertidumbre". Importantes personalidades en los diversos campos de la ciencia y de la política ofrecen sus visiones, o puntos de vista, que juzgan necesario tener en cuenta en estos momentos caracterizados por un radical secularismo vital, por un relativismo ideológico y moral, y un individualismo que, en muchos, se cierra en la nada de la existencia, y en la soledad más brutal y sin sentido. Puede ser instructivo seguir el congreso y valorar las aportaciones. Se pueden seguir, y leer y releer, en la prensa y también en estas páginas: 1ª y 2ª
VIDA CRISTIANA EN EL S. XXI
(Proponemos en esta sección algunos testimonios de cristianos actuales -con el tiempo, a algunos quizá se les considere santos- cuyo testimonio de vida es ejemplar como ciudadanos cristianos; y también destacamos acontecimientos, o celebraciones de diverso tipo, que testimonian y promueven el bien, la paz y el amor cristiano en la familia, y en la sociedad en general).
En esta ocasión destacamos el Congreso Católicos y Vida Pública, que se está celebrando del 15 al 17 de noviembre, que cumple ya 26 años de vida, y como cada año se celebra en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. El tema de este año es: "Quo Vadis (¿a dónde vas?), pensar y actuar en tiempos de incertidumbre". Importantes personalidades en los diversos campos de la ciencia y de la política ofrecen sus visiones, o puntos de vista, que juzgan necesario tener en cuenta en estos momentos caracterizados por un radical secularismo vital, por un relativismo ideológico y moral, y un individualismo que, en muchos, se cierra en la nada de la existencia, y en la soledad más brutal y sin sentido. Puede ser instructivo seguir el congreso y valorar las aportaciones. Se pueden seguir, y leer y releer, en la prensa y también en estas páginas: 1ª y 2ª
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